Cuando nos sentimos agradecidos por las experiencias de
la vida, incluso aquellas más dolorosas que nos hacen sufrir y de las cuales se
manifiestan para aprender de ellas, es la forma de recuperar nuestro estado
natural de bienestar y felicidad del cual todos somos merecedores.
La actitud de agradecer nos conecta con nuestra verdadera
esencia, nos permite ver el lado bueno y maravilloso que es existir.
Es relativamente fácil sentir gratitud cuando ocurren
cosas buenas en nuestras vidas y se desarrollan tal y como la deseamos,
inclusive en esos momentos solemos darlo todo por descontado y nos olvidamos de
dar las gracias al universo por la experiencia vivida. Pero, ¿que ocurre cuando
en nuestro corazones abrigamos sentimientos de rabia, ira, resentimientos, que
se transforma en profundo dolor? No
siempre es fácil estar agradecido, especialmente cuando has vivido experiencias
dolorosas y no te has podido reconciliar con ellas.
El solo hecho de reconocer el dolor y agradecerlo por su
enseñanza, nos facilitara el proceso de salir de esa condición no deseada. La actitud mas sana que podemos afrontar
frente a un pasado doloroso, es aceptarlo plenamente, comprender que lo que nos
sucedió fue producido desde nuestro nivel de consciencia en aquel momento,
cuestión está que nos ayudará a vivir en paz con nosotros mismos y con los demás.
El perdonar nuestro pasado nos conduce a un nivel más
cercano a la plenitud de nuestras vidas, liberándonos de ataduras y ayudándonos
a ser más fuertes y sabios mediante el auto-conocimiento.
Perdonar es trascender los jucios, las ilusiones que
formamos en nuestras mentes, creyendonos que solo somos un cuerpo fisico y no
un ser espiritual teniendo una experiencia fisica. Cuando no perdonamos y no
reconocemos nuestra inocencia, es señal de que aún tenemos tarea por aprender
en este transito llamado vida. Si tan
soló recordaras quien eres en realidad y perdonaras a tú mundo, te toparias de
frente con el milagro de saber que tú eres parte de Dios. Es decir, que tú
tambien eres Dios y por ende, tú eres el milagro. Esá es la gran verdad y mientras lo sigas negando viviras como
hasta ahora, victima de las ilusiones que creas desde tu mente y que te separán
de tu verdad, llevandote a fabricar toda clase de baja energía como la
enfermedad, la pobreza, el caos hasta la muerte.
Normalmente cuando estamos atascados en eventos difíciles
como una enfermedad, deudas o conflictos familiares o de parejas no podemos
darnos cuenta de lo importante que es agradecer a la vida por eso que nos esta
ocurriendo y que no es mas que un alerta para detenernos y cambiar, arreglar o
solucionar nuestro conflicto interior que se esta manifestando de esa forma.
Vemos el problema desde un ángulo cerrado y creyendonos
solo cuerpos fisicos en busca de respuestas externas que no nos permite
comprender, el porqué, éso, nos esta sucediendo a nosotros. Cuando nos empeñamos
en resolver nuestros conflictos externos desde un estado de angustia y dolor
solo buscamos a quien echarle la culpa de lo que nos pasa, la mayoría de las
veces comenzamos por juzgarnos y culparnos a nosotros mismos, sin tomar en
cuenta que esa misma culpa la depositamos en nuestro sistema inmunológico y
luego la vemos proyectada como pequeñas dolencias en nuestro organismo,
generadas todas por nuestra molestia emocional ante la situación en conflicto
que estamos fabricando en nuestras mentes.
El estado natural del ser humano es de total plenitud con
abundante salud mental, física, espiritual y emocional.
Cuando aparece el dolor en nuestras vidas es para
indicarnos que te has alejado de ese estado natural.
El dolor que enfrentas solo llega a tí con el fin de
despertarte, para que vuelvas a tu centro y té reconectes a tu poder interior,
para que té sintonices de nuevo con la fuente de todo bien. Con Dios, con la
fuente de abundancia a la que tú perteneces.
Para responder ante cualquier situación no armónica en tu
vida necesitas silencio, paciencia y capacidad de reflexión para no reaccionar
de una forma inmediata desde el temor o el dolor. Toda respuesta para acabar
con tus problemas procede del silencio.
El silencio es ayunar todo proceso mental, toda distración externa. Solo
callando tus pensamientos y conectándote con el sentir del presente podras
tener la experiencia de Dios desde el silencio.
Recuerda que estamos aquí para vivir el cielo en la
tierra y la única forma de llegar allí es sintonizando nuestro único
sentimiento que es el amor a la gran mente arquitecto de todo este universo. El
cielo o el infierno son elecciones que haces a cada minuto con tus
pensamientos. Si eliges desde el miedo viviras el infierno del Ego, ahora si
decides contemplar el cielo en ti aparecera el Milagro en tú vida.
No abrigues bajos sentimientos en tu corazón, no permitas
pensamientos limitantes en tu realidad, No dejes que el rencor, la duda, el
temor, o el dolor te empañen la claridad de tu presente.
Dale la espalda al dolor y abre las puertas de tu Ser con
gratitud.
El agradecimiento es un mensaje que nos enseño el maestro
Jesús en su paso por este planeta.
Si deseas salud, amor, paz y abundancia en tu vida agradécela
aun cuando la apariencia por la que estas atravesando diga lo contrario.
Agradece con fe que el universo manifestara para ti y para todo tu mundo todo
lo que necesitas para vivir en plenitud como lo mereces.
Agradece estar vivo, agradece quien eres y quien quieres ser,
agradece contando tus dones, agradece el aprendizaje, agradece tu pasado,
agradece tu presente y agradece tu futuro.
Agradecer sin expectativas y confiar que lo mejor siempre
es lo que nos sucede, es señal de que estamos en sintonía perfecta con el ritmo
de la vida y así abrimos la corriente de luz en este universo de posibilidades
para todos.
La vida es un regalo maravilloso y la gratitud funciona
como un imán Divino para recibirla en abundancia.
No te dejes llevar por las apariencias de limitación que
hay a tu alrededor y en cambio conéctate con la fuente de toda abundancia que
vive en ti solo con el acto de agradecer. Agradece por ti y por todos, recuerda
que somos uno solo en infinitas formas de una sola idea. Ser Dios.
Vive cada minuto de tu vida agradeciendo el aire que
respiras como manantial que te conécta con el todo. El solo hecho de agradecer expande tu alma y
transmuta toda oscuridad con rayos de luz por la creación.
Simplemente y con plena humildad. Gracias…
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