Conocido comúnmente
como psicosis maníaco-depresiva o, más recientemente, como trastorno bipolar,
es el diagnóstico psiquiátrico que describe un trastorno del estado de ánimo
caracterizado por la presencia de uno o más episodios con niveles anormalmente
elevados de energía.
En palabras más
coloquiales, podríamos simplificarlo, aunque con eso no reducimos ni su
importancia, ni su interés, a la aparición de cambios bruscos de humor en las
personas, que oscilan entre la alegría y la tristeza de una manera mucho más
contundente que en aquellas personas que no padecen esta patología.
Suelen ser
cíclicos, comenzando, por lo general, con una manía que termina en una
depresión profunda, predominando, en ciertos casos, los episodios maníacos o
los depresivos. Sin olvidar los de ciclado rápido, donde el estado de ánimo
puede cambiar varias veces en un breve lapso de tiempo (cuando se presentan 4 o
más episodios en un año demarcados ya sea por una remisión total o parcial
durante, al menos, dos meses o por el viraje a un episodio de polaridad
opuesta).
La mayoría de las
personas mostramos cambios de estado de ánimo en el día a día, pero en aquellas
personas con trastorno bipolar, estos cambios pueden llegar a alterar su vida,
afectando a su capacidad para relacionarse con otras personas.
El diagnóstico se
produce cuando los síntomas son tan severos que afectan al rendimiento
cotidiano.
Dejando el
tratamiento a manos expertas, en el campo de la terapia, podemos leer en el
Manual Diagnóstico de Enfermedades Mentales que la enfermedad bipolar consiste
en un mal funcionamiento de los mecanismos bioquímicos de una zona del cerebro
llamada sistema límbico, encargado de controlar el estado de ánimo.
Pero el hecho de
que se tenga este sistema, digamos, más vulnerable de nacimiento, no equivale a
desarrollar la enfermedad sino que existen otros factores que pueden
desencadenarla o, si queremos, despertarla. Los ejemplos son varios, uno de
ellos, y el más común estos días, es el estrés; otros pudieran ser los
accidentes o el mal uso de las drogas.
No puede pasar
desapercibido que se ha dicho que es un mal que se tiene de nacimiento, esté
dormido o no, a la espera de que se active o que no lo haga nunca. Para el
astrólogo surge entonces la pregunta ¿puede estar evidenciado en el tema natal?
¿Qué indicadores astrológicos nos pueden alertar de un posible trastorno
bipolar?
Sin ánimo de
señalar con dedo acusador, mi mirada se dirige, sin más titubeos, a dos de los
grandes, Saturno y Júpiter, sin olvidarme, con esto, de profundizar en los
restantes indicadores que forman y dan información muy valiosa, llámese la
Luna, para el temperamento, desde la Antigüedad cuando una persona tenía un
comportamiento cambiante era llamada lunática; o Mercurio, que rige el proceso
lógico de la mente; siguiendo con Urano, como un factor inestable, sus malos
aspectos a los planetas personales pueden manifestarse como cambios de estado
repentinos. El cuadro no estaría del todo completo sin Neptuno y Plutón, el
primero por su carácter confuso, influenciable, por su asociación con las
alteraciones de conciencia, con delirios, alucinaciones y todo lo relacionado
con las drogas y, el segundo, por su extremismo y obsesiones.
He dejado para una
observación más pormenorizada a Saturno y a Júpiter. La razón está en la
analogía existente entre los síntomas y la simbología planetaria.
En la fase
depresiva (Saturno) se observa en la persona, tristeza, pesimismo, pérdida de
interés por las cosas, fatiga, baja autoestima, sentimientos de culpa, pérdida
o aumento brusco de apetito, etc., mientras que en la fase de manía, la persona
se siente capaz de realizar cualquier cosa y no se podría definir mejor al
planeta Júpiter, está hiperactiva, tiene la sensación de que sus pensamientos
van más rápido de lo que es capaz de expresar, aumenta su apetito, no parece
sentir la necesidad de dormir, una autoestima alta, habla muy rápido, etc.
A los síntomas
mencionados se suman síntomas psicóticos, como ideas delirantes o alucinaciones
aisladas o en combinación. También, durante un episodio maníaco pueden aparecer
rasgos catatónicos, aunque los más comunes son: excitación psicomotriz, mutismo
y movimientos estereotipados.
Aquí, por razones
obvias, sólo voy a considerar el lado oscuro, en otras palabras, sólo tomaré en
consideración lo que los planetas revelan cuando están en una situación,
digamos, menos favorable, o con más probabilidad de desarrollar las cualidades
que menos podemos controlar sin una oportuna orientación; considerando que,
también, algunos aspectos positivos de estos dos planetas pueden hablar de la
bipolaridad.
Si tomamos como
ejemplo a los ya citados Saturno y Júpiter en los aspectos inarmónicos entre
ambos, la persona suele, en el peor panorama, y dependiendo del resto del tema,
fluctuar entre el pesimismo y el optimismo, pasando por momentos en los que
creerá que la vida está llena de obstáculos insondables y que ella misma no
vale para nada, a que la vida es grandiosa y que son capaces de emprender cualquier
reto.
El reto para estas
personas está en saber integrar ambos polos, a sabiendas que tanto el lado
positivo, como el negativo pueden llegar a coexistir perfectamente, aunque, tal
vez, la persona tenga que trabajar más duro para llegar a adquirir esta postura
que el resto de las personas sin este aspecto en su rádix.
Esta analogía la
encontramos en otras combinaciones como es el caso de un Ascendente en
Capricornio y la cúspide de la Casa XII en Sagitario, el inconsciente en el
signo de Sagitario nos da una pista de qué es lo que guardamos, celosamente, en
nuestro interior y Capricornio, en el Ascendente, nos muestra su disposición y
temperamento, sugiriendo que la persona se verá forzada a tener que adaptarse a
dos energías aparentemente opuestas como son el miedo y la alegría.
Como dicen que una
imagen vale más que mil palabras, pasemos a analizar algunos ejemplos de la
vida real, para ello voy a valerme de la Carta Natal del conocido actor estadounidense Mel Gibson.
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Mel Gibson
03/01/1956 - 16:45
Peekskill, Nueva York
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De Mel Gibson
encontramos en su biografía que nació un 3 de enero de 1956 en la ciudad de
Peekskill, Nueva York. Antes de entrar en el análisis de su Carta hay que
adelantar que el propio actor ha confirmado, en varias ocasiones, su
bipolaridad, lo que hace aquí, entonces, la Carta Natal es apoyar lo expuesto
anteriormente.
Vemos como Saturno
en Casa V, la autoexpresión, hace cuadratura a Júpiter y Plutón en Casa III, la
mente consciente. Plutón no hace más que
reforzar el aspecto, añadiendo la obsesión. La combinación Júpiter- Plutón, de
forma psicológica, nos habla de los grandes secretos ocultos; Júpiter
engrandece todo lo que toca y Plutón quiere, a toda luces, mantener oculto el
subconsciente.
Tomemos ahora otro ejemplo en la persona del actor
británico Russell Brand, que también ha sido diagnosticado con trastorno
bipolar y trastorno por déficit de atención con hiperactividad (ADHD).
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Russell Brand
04/06/1975 - 12:00 AM
Grays, Inglaterra |
El actor ha luchado contra la drogadicción y el
comportamiento errático, cosa que ha logrado controlar con el diagnóstico y
tratamiento de su mal. El propio actor admite que cuando no estaba en sus
episodios de manía era muy nervioso e inseguro.
En la carta se puede apreciar que, de nuevo, se repite
el patrón de la cuadratura de Saturno-Júpiter, con Saturno en la Casa VI de la
salud o de la enfermedad y con Júpiter en la Casa II del propio valor. Otra
pareja a considerar, sin entrar en detalles, es la formada por Luna-Plutón.
Plutón en el papel de destructor de emociones o de manipulador, obsesivo,
muchas veces actuando subrepticiamente.
Con un último ejemplo, quiero resaltar que no sólo los
planetas, sino también sus regentes, nos hablan del trastorno bipolar, para
ello he elegido la Carta de Catherine Zeta-Jones.
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Catherine Zeta-Jones.
25/09/1969 - 14:40
Swansea, Gales (Reino Unido) |
Por voluntad propia, la actriz, a los 41 años, decidió
ingresar en un centro médico para tratar su trastorno bipolar. Según relató su
representante, fue mucho el estrés que sufrió Catherine durante casi un año,
cuando su esposo, Michael Douglas fue diagnosticado y tratado de cáncer de
garganta. Actualmente, la actriz, de 43 años, ha vuelto a ser ingresada en un
centro hospitalario para volver a ser tratada de su bipolaridad, según ha
informado su oficina de relaciones públicas.
En la Carta de Catherine vemos a Sagitario en la cúspide
de la Casa XII y en el Ascendente en la Casa I, en la que, además, encontramos
a Capricornio interceptado.
De ninguna manera con estos pocos datos hay que dar por
descontado que la persona vaya a desarrollar la enfermedad, dado que cada carta
debe ser estudiada en su individualidad, siendo, por lo tanto, única como una
huella digital, pero si puede ponernos sobre aviso, con la mosca detrás de la
oreja (pero sin que con esto nos obsesionemos con matarla), de que hay una
energía discordante ahí existente que, sin la debida atención, puede
desencadenar un sinfín de molestias, por llamarlo de algún modo.
Al conocimiento le sigue la cura y es, precisamente,
eso lo que nos proponemos con la Astrología.
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