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LOGRAR EL AMOR EN LA PAREJA
Por Lic. María Elena Nuñez M.
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Cuando
la elección de pareja se basa en las necesidades de cada uno, no
estamos mirando a la pareja sino buscando aquello que no pudimos tener
de nuestros padres, en especial a la madre, exigiendo a la pareja lo
que su madre no le ha podido dar. La elección de pareja no
debería estar basado en la necesidad de compensar lo que no
hemos recibido, sino de disfrutar lo que si hemos recibido.
Muchas personas no saben estar solas y les aterra la soledad, se
buscan a otro similar que tampoco sabe estar solo. Se dice que para
estar bien en pareja primero hay que saber estar bien solo si estoy
bien solo o sola, estoy activo tengo proyectos puedo encontrar un igual
que también se sienta bien estando solo, con proyectos, activo,
y así los 2 podrán compartir proyectos juntos que los
haga felices a ambos, por el contrario si la pareja no sabe estar solo
y el otro tampoco, le va a aterrar que lo dejen, le va a aterrar poder
mostrarse como es, teniendo todo el tiempo miedo al abandono, y empieza
el querer controlar a la otra persona, la clave sería para poder
estar con otro debo sentirme bien estando solo. Si la persona se basa
en conceptos de victimización “Pobre de mí que no
consigo pareja” “Pobre de mí nadie me
quiere” “Ya me resigné a estar solo(a)”
etc., está hablando de un niño carenciado (por sus
heridas de niño(a) quizás por separación temprana
de los padres), aunque tenga edad adulta.
LA CRISIS
A veces las crisis en las parejas tienen una connotación
positiva ya que no solo ventilan las relaciones sino que nos permite
crecer mirando y analizando el porqué de la misma, porqué
se está presentando, ante una crisis la pareja espera que el
otro le de lo que sus padres no le han dado.
Los talleres de constelaciones familiares son de gran ayuda puesto que
nos permite tomar información de los principios que rigen el
sistema familiar y podemos ir integrándolos en la
relación antes de que se presente una crisis. Este trabajo ayuda
el sistema familiar hacia atrás y hacia adelante (hacia nuestros
ancestros, hacia nosotros y hacia el futuro con los hijos). Cuando
puedo mirar de dónde vengo y de dónde viene mi pareja
podemos reconocer lo que es y lo que no es también.
EL RESPETO
Respetar a la pareja significa asentir a ello tal y como es, a su
destino y sus fidelidades sistémicas. Respetamos a nuestra
pareja cuando somos capaces de decirle: “Te quiero y te respeto a
ti y a tu familia, tus valores, tu pasado y tu destino. En ti quiero y
respeto a tu padre y madre. Quiero y respeto lo que te guía y lo
que me guía. Tal y como eres, eres perfecto para mi”.
Querer re-educar o cambiar a nuestra pareja como si se tratara de un
niño/a, es no respetarle tal y como es. Y cuando se rechaza a
uno o ambos padres de la pareja, también se está
rechazando a la pareja.
Cuando alguien se casa, el marido/la mujer tiene preferencia sobre los
padres, y la nueva relación tiene precedencia sobre lo que se
pueda esperar de ella en la familia de origen.
En la relación entre el hombre y la mujer, ambos dan lo que
tienen y toman lo que les falta, pero quien no toma a sus padres, no
podrá pasar mucho a su pareja ya que permanece estancado en
sí mismo, sigue siendo como un niño y no puede
desarrollarse como adulto.
EL ORDEN
También es importante ocupar el lugar que nos corresponde,
con respecto a nuestro sistema familiar, ya que el amor sólo
llena lo que el orden abarca. Por ejemplo, los “hijos
parentales”, es decir, que hacen de padre o madre de sus propios
padres, no ocupan el lugar de hijos que les corresponde y se
castigarán fracasando en el amor o escogiendo a parejas que
también estén en la posición de “hijo
parental” y no están disponibles para una relación
de pareja de igual a igual. Cuando ocupamos nuestro lugar, nos sentimos
ubicados, con buen nivel energético, en paz, con confianza y
preparados para entregarnos a nuestra pareja desde el respeto aunque lleven
destinos de las familias de origen que no son suyos.
Cuando un miembro de la pareja es mucho más joven que el
otro, en la mayoría de los casos, la relación fracasa.
¡Se busca una madre, a la madre de joven que no pudo estar
plenamente para nosotros!, ¡Una relación de pareja existe
entre personas de la misma generación!.
DAR UN LUGAR A LAS PAREJAS ANTERIORES
Además, es necesario, reconocer y dar un lugar a todas las
parejas que han pasado por nuestra vida, si no es así la persona
no está disponible emocionalmente para "lo nuevo".
Una buena separación se logra cuando los compañeros
mutuamente se dicen: “Te quise mucho. Todo lo que te di, lo di
con ganas. Gracias por lo que me diste. Por aquello que entre nosotros
fue mal, yo asumo mi parte de responsabilidad y dejo la tuya contigo.
Te llevo siempre en mi corazón. Estás libre y estoy
libre”. |
junio de 2011
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