|
LA MAGIA DE LAS FLORES
Por
Terap. Alicia Monteverde*
Terapeuta floral, docente en cursos de los sistemas
flores de Bach, Bush y Saint
Germain. Tarotista
Cel:
099432985 - aliciamonteverde@yahoo.com.ar
(Montevideo
y Marindia- Uruguay)
|
|
|
|
1.- LO ÚNICO PERMANENTE: EL CAMBIO
“Transformación” sería
una de las palabras que define al mundo actual: grandes crisis sacuden al
planeta, expresiones de la decadencia de los valores humanos en todos los
campos (en la ciencia, la economía, la cultura y la sociedad en general) y es
el resultado de una concepción materialista del mundo y del individuo.
Para un cambio
radical, necesitamos una visión nueva que atienda las percepciones, las
transformaciones de nuestros valores y que tienda a una perspectiva menos
materialista y más holística del ser y del universo. Debemos comprender que la
tierra no es un objeto material, en donde los hechos ocurren en forma azarosa,
ni la vida del ser depende de la fortuna o la casualidad.
Un ejemplo de lo
anterior es la enfermedad que, en general, es asociada con causas externas
exclusivamente. Si bien es cierto que el mundo científico ha tenido grandes
progresos en el descubrimiento y cura de virus, bacterias, diversas enfermedades
y su prevención, no ha llegado al origen
último de la enfermedad.
¿Por qué ante el
mismo virus, unos se enferman y otros no?¿Por qué un remedio que cura una
patología, actúa en unos y en otros es absolutamente ineficaz?
Afortunadamente, en
el siglo XX surgieron nuevas ideas respecto de la naturaleza de la enfermedad.
Éstas tienen en cuenta otros factores: modo de vida, equilibrio en la
alimentación, estrés, estados emocionales, pensamientos, actitudes,
comportamientos, personalidades e individualidades del ser.
En realidad, seríamos
muy desagradecidos, si no reconociéramos que -ya en tiempos remotos- los
Chamanes, curanderos o brujos de grupos tribales conocían y aplicaban algunos
de estos conocimientos con gran efectividad.
Lo que sí podría
afirmarse es que, en la actualidad, esta antigua sabiduría y nuevos
conocimientos se han sistematizado y se han dado a conocer en lo que hoy
llamamos “Medicinas Alternativas”; mal llamadas, a mi criterio, porque fueron
las primeras medicinas conocidas y aplicadas. Si las llamásemos “Medicinas tradicionales o ancestrales”, sería más
ajustado a la verdad, pero entraríamos en conflicto o desacuerdo con la contemporánea
“Medicina ortodoxa”. No es esa la intención, ya que toda “Medicina Alternativa”
busca el equilibrio, la armonía, la salud, la felicidad, el amor, la paz y
evolución del ser humano.
2.- NUEVAS PUERTAS: EL DR. EDWARD BACH
En las décadas del 30
y el 40, surge lo que conocemos hoy como Terapia Floral, gracias al Dr. Edward
Bach convirtiéndose en el gran precursor con sus 38 esencias florales, (llamadas “Flores de
Bach”), abriendo el camino para otros sistemas de los cuales nos beneficiamos
hoy. Gracias a su legado, existen muy diversos sistemas florales en varios
países: esencias de Bush (Australia), de California (EE.UU), Saint Germain
(Brasil), entre otras muchas.Teniendo en cuenta el
papel fundacional del Dr. Bach en este territorio, corresponde referirnos a su
concepción del hombre y del universo.
|
|
|
Dr. Edward
Bach
(Inglaterra,1886-1936) |
Bach sostenía que
existe una polaridad entre el alma y la personalidad, entendiéndose por esta
última, los defectos, carencias o debilidades del ser humano. El alma es lo
permanente, la energía esencial, lo que trasciende, lo inmortal; la personalidad
es lo transitorio y lo inmanente. La meta del alma es alcanzar la perfección,
desplegando nuestras potencialidades, borrando los defectos enquistados en la
personalidad, tendiendo a la conquista de su individualidad como tal y a la autorrealización.
Nuestra vida no es
más que un tiempo, un espacio en ese proceso; en palabras del
médico inglés: “un día de colegio”.
Por tanto, es sólo
una oportunidad para seguir avanzando y una de las herramientas con
que contamos es el nivel de conciencia que
poseemos respecto de la enfermedad. En ese contexto, sostenía,
que la
enfermedad –a veces tan cruel en su apariencia– es
benéfica y existe por
nuestro bien y, si la interpretamos correctamente, será una
guía para corregir
nuestros defectos. Mientras hay armonía entre el alma y la
personalidad,
tenemos paz, equilibrio y salud; si existe un conflicto, surge la
experiencia
de la enfermedad y la infelicidad.
Tal conflicto se
plantea al producirse un desvío del camino trazado por el alma, ya sea por
nuestros defectos o por la persuasión de otros. Esta afirmación es enteramente
compartible –a mi modo de ver– si se la complementa en el sentido de que
únicamente nos dejamos persuadir por los propios defectos, y dejando de lado
las situaciones de fuerza mayor externa e irresistible.
La fuerza creadora
del universo es el amor y todo es manifestación de él: plantas, piedras, seres
humanos. Todo ello integra un sistema y sus partes no pueden separarse unas de
otras y, por lo tanto, toda acción contra nosotros o contra cualquier otra
parte de ese sistema se reflejará en el todo.
¿Por qué la
enfermedad es beneficiosa y ayuda en la evolución? El dolor, sufrimiento o
malestar son señales de un desequilibrio que indica la necesidad de aprender
una experiencia que, de otra manera, pasaría inadvertida y que no puede sanarse
hasta tanto no se aprenda esa lección. La enfermad es una manifestación de un
defecto a corregir y, si la concientizamos, nos ayudará a seguir nuestra senda
hacia la perfección. El origen de la enfermedad no está en el lugar donde
aparece en el cuerpo físico: es el resultado de fuerzas profundas y verdaderas;
antes de la manifestación de sus síntomas psicofísicos, se encuentran a modo de
causas subyacentes nuestros defectos más agudos (orgullo, odio, crueldad,
envidia, codicia, etc.).
Tampoco ha de verse
el órgano o función afectada como obra de la casualidad,
sino de la causalidad.
Los estudios realizados así lo confirman. Las emociones y
debilidades afectan
al cuerpo físico, dice Bach; al respecto, es elocuente la
conocida frase “se quedó mudo del susto” y
otras
similares, que dan cuenta de la misma situación. El miedo, que
es inmaterial en
su esencia, produce síntomas a nivel físico; si
aquél se desvanece, desaparecen
con él esas manifestaciones físicas. Así ocurre
con toda enfermedad:
combatiendo el defecto, ésta tiende a desaparecer.
Flores y plantas son
instrumentos puestos a nuestro alcance por el Creador a fin de asistirnos,
tanto en el dolor como en la búsqueda de la verdad, siendo tarea nuestra saber
aprovecharlos.
Las esencias
descubiertas por el Dr. Bach se vinculan a 38 estados emocionales que
actúan “… elevando nuestras vibraciones y abriendo
nuestros canales para la recepción Ser Superior; para inundar
nuestra
naturaleza con la virtud particular que necesitamos y borrar los
defectos que
cusas el dolor”. Son remedios inocuos, naturales,
energéticos y muy
eficaces, que –si bien químicamente no causan daño
alguno- producen movimientos
emocionales que nos permiten captar información que
desconocíamos, sentimientos
que bloqueamos, percepciones nuevas y la elevación del nivel de
conciencia; lo
anterior no da un panorama más exacto de
los defectos y emociones que nos dañan, trabajar en ellos y,
como resultado,
ser más sanos y felices.
El complejo mundo
emocional, fue ordenado por Bach en siete grupos arquetípicos en base a varias
emociones, vivencias y defectos a corregir: remedios para los que sienten
temor, para quienes sufren incertidumbre, para los que carecen de interés por
lo actual, para los que sienten soledad, para los hipersensibles, para los que
están desesperados y abatidos, y para quienes sufren por los otros.
En el primer grupo,
por ejemplo, están los remedios para los que sienten temor; allí encontramos
las esencias florales para todos los tipos de miedos.
Por mi parte,
entiendo que este grupo es el más importante, ya que casi toda emoción que
sentimos halla su origen en alguna variante de miedo. Ya al nacer, la primera
emoción del niño es el miedo a lo desconocido, desde que sale de un lugar
seguro y que le es familiar a otro que desconoce totalmente. Luego, puede
sentir hambre, dolor, abandono y situaciones
afines que reconoce; entonces, ingresa en el campo del miedo a lo
conocido. De este modo, atravesamos diferentes etapas en las cuales el miedo
está presente en sus más diversas variantes (a equivocarse, a no ser aceptado o
querido, a no ser lo suficientemente bueno, a perder un trabajo y un largo
etcétera).
Los beneficios de la
terapia floral –de lo cual aquí nos hemos limitado a una brevísima pero
indispensable aproximación- serán objeto de mayor profundización en futuras
entregas.
Para concluir ésta,
digamos que citando una frase de uno de
los más grandes Maestros de la Antigüedad (“No
se resistan al mal”), el Dr. Bach escribía: “La
enfermedad y el error no serán vencidos mediante la lucha
directa,
sino reemplazándolos por el bien. La oscuridad es ahuyentada por
la luz, no por
una oscuridad mayor; el odio por el amor; la crueldad por la bondad y
misericordia, y la enfermedad por la salud.
Nuestro
objetivo final es comprender nuestras faltas y defectos, y empeñarnos en
desarrollar la virtud opuesta, para que ellos desaparezcan de nosotros como la
nieve se funde bajo el sol. No luchen contra sus preocupaciones; no peleen
contra la enfermedad; no se debatan
contra sus debilidades; en lugar de ello, olvídenlas y concéntrense en
el desarrollo de las virtudes que más necesitan.”.
|
|
*Terapeuta y docente con más de 12 años
de experiencia, brinda cursos y talleres en países de habla hispana y Brasil.
|
febrero de 2011
Rev.
Dig. UNIVERSO
Nueva
Era
|
|
|
|
Pulse
aquí para volver a artículos |
|
|
Pulse
aquí para volver a portada |
|
|
|