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FLORES:
SENDEROS DE LUZ
Por
Terap. Alicia Monteverde*
Terapeuta floral, docente en cursos de los sistemas
flores de Bach, Bush y Saint
Germain. Tarotista
Cel:
099432985 - aliciamonteverde@yahoo.com.ar
(Montevideo
y Marindia- Uruguay)
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1.
ENFERMEDAD: UN NECESARIO APRENDIZAJE
Estar enfermos –como ya escribiéramos aquí en entregas anteriores
- es una lección o aprendizaje tendiente a concientizar al hombre de una
realidad aún no aceptada y portadora de
información que nos obliga al cuestionamiento de nuestro camino, a la
valoración de las interferencias de defectos o actitudes negativas que
desarmonizan: nos desvían de nuestro fin último y esencial, el camino del Alma
para su evolución.
Tratar de estar en armonía con la enfermedad es el paso
más importante; no luchar “contra ella”. La resistencia siempre provoca
resistencia; la lucha siempre origina lucha.
Si fuésemos observadores atentos, advertiríamos que cada
vez hay más enfermedades y que, desde luego, no se dejan impresionar por
inyecciones, comprimidos ni bisturíes.
Dios es sabio y una muestra más de ello es que si desapareciera
la enfermedad no tendríamos todas las posibilidades que en ella
encontramos para evolucionar. Resistir
es lo mismo que no estar reconciliado. Y no lo estamos porque hay temores
subconscientes.
La Ley de Resonancia nos enseña que cada uno recibe lo
que merece. Esto funciona para todos los casos: cada enfermo “se encuentra” con
el terapeuta para el que está preparado evolutivamente: médico, terapeuta
floral, homeópata, terapeuta holístico, etc. Es por esta razón que deben
existir todas estas disciplinas, porque existimos seres de diversos niveles
evolutivos, necesitados –para nuestro crecimiento- de herramientas distintas,
sufrimientos variados y terapeutas diferentes.
Entonces, estar enfermo es estar fuera de un Orden, es no
estar respetando una Ley Divina.
Un síntoma nos muestra la enfermedad; ello constituye una
señal y esta señal, si se la interpreta bien, puede indicarnos el camino. En sí
mismos, los síntomas no son la enfermedad. Por lo tanto, lo menos importante es
hacerlos desaparecer. Cuando el síntoma hace su entrada al escenario físico, el
paciente acude al médico para eliminarlo y, excluido el síntoma de tal
contexto, se considera un éxito.
No obstante ello, cada síntoma tapado o reprimido impone
al individuo a manifestar su “ser enfermo” no tratado en otro nivel.
El hombre se enferma siempre, pero no debido a virus,
toxinas, bacterias o afines. Para curarse tiene que tornarse más sano,
satisfecho y acercarse más a la perfección que exige la propia Divinidad
Interna.
En definitiva, curar –en puridad- es un acto sacerdotal,
desarrollado más allá del mundo tangible.
Uno mismo puede ser su propio sacerdote si visualiza las
causas de la enfermedad, lo concientiza y se propone revertir los errores o
comportamientos equivocados que lo llevaron a ella. Claro que revertirlo no es
fácil, sobre todo por falta de conocimientos.
Pero el Creador puso todo al
alcance de la mano para que así fuese.
Todo está en lo creado: plantas, flores, piedras y
energías diversas. Solo hay que conocerlas y saberlas usar. En este camino son
de vital importancia todos los sistemas florales a los cuales ya nos hemos
referido brevemente en anteriores notas (Bach, Bush, Saint Germain).
Aquí, continuaremos abordando algunos aspectos del
Sistema Saint Germain, creado por Neide Margonari en Brasil.
2. FLORES PARA EL NUEVO SIGLO
En los tiempos que corren hay esencias muy importantes
que colaboran, armonizando aspectos negativos de personalidad, en el
tratamiento de afecciones tan “de moda” como el estrés.
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Así, la esencia floral
CIDREIRA ayuda al control de
nuestros pensamientos, ya que éstos pueden tener dificultades para actuar en la
vida diaria en forma fluida y natural, especialmente ante cualquier imprevisto;
cosa que habitualmente ocurre en todos los ámbitos de la vida. Esta esencia es recomendable justo para esos momentos que
nos provocan severos estados de ansiedad, histerismo, nerviosismo, insomnio;
por ejemplo, cuando no conseguimos desconectarnos de las preocupaciones diarias
al ir a dormir.
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Cidreira |
También es adecuada para aquellas personas que tienen
vidas sobrecargadas y sienten que no van poder conseguir realizar todas sus
tareas y obligaciones, lo cual les causa un gran estrés.
El tan manido estrés desarmoniza todo el organismo, de
forma tal que se puede somatizar casi en cualquier órgano, dependiendo de la
personalidad década individuo. Provoca un bloqueo de la energía que podría
elevar la presión arterial –a modo de ejemplo- por causa de retención de
líquidos en el cuerpo.
Con esta esencia se obtiene el control necesario para no
desarmonizar nuestra energía, teniendo a raya los pensamientos disparadores del
estrés y aliñándolos con nuestro centro. Es un florar que cura la mente. Aquí
vemos trabajar al Décimo Primer Rayo Durazno de la Metafísica: el bien para la
mente, la transformación para traer la alegría y seguir adelante.
GERANIO es otro floral de relevancia
para los problemas que venimos tratando. Actúa sobre la depresión, la ansiedad
y los miedos ante los desafíos cotidianos. Muchas veces, estas dificultades se generan
por inmadurez del sujeto.Para los que tienen dificultades en ir hacia adelante y
se encuentran paralizados en constante estado de miedo y ansiedad es
especialmente recomendable. |
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Geranio |
Pueden tales personas estar desconectadas de la
realidad y de las actividades que tienen, de forma tal que viven chocándose con
objetos, con gente en la calle y con casi todo lo que los rodea.
Aquí actúan el
Cuarto Rayo Blanco y Segundo Rayo Dorado: todo se presenta porque lo atraemos;
los pensamientos están conectados con estas energías y el individuo está
buscando en los otros la energía que, en verdad, está en su propia persona y
ayuda a ver lo positivo.
Esta esencia fija al sujeto en la realidad diaria para
ejecutar las tareas en forma natural y sin desarmonizarse, y evitando generar
el estrés cotidiano.
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El floral GOIABA
trabaja los miedos reales y concretos en general. Trae coraje para enfrentar
situaciones de peligro o grandes pruebas del Alma, así como cuando sentimos mucha presión y tememos perder el
control. Esta esencia nos da gran fuerza interna, sentimientos de paz,
tranquilidad y equilibrio. Armoniza todos los chakras y cuerpos, principalmente
el chakra del plexo solar que –en emergencias- es el primero en
desestabilizarse y, al hacerlo, posibilita que entren y actúen fuerzas astrales
negativas en nuestro campo energético. |
Goiaba |
En este caso actúan el Primer Rayo Azul, Quinto Rayo
Verde y Cuarto Rayo Blanco: proporcionan tranquilidad y equilibrio
aliñando todos los cuerpos con la
serenidad necesaria para ver lo que está más allá de lo aparente.
Aunque estamos omitiendo -por ahora- varias esencias de
extrema importancia para el estrés, finalizaremos mencionando el floral MANGIFERA.
Es ideal para quienes, por haber vivido situaciones de extremo
sufrimiento, han
perdido la fe y la esperanza, así como el rumbo de sus vidas. La
propia Neide Margonari enseña que es debido a ese gran
sufrimiento que hoy se encuentran en el camino contrario a su
propósito más
profundo; de ahí, el conflicto.
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Mangifera |
Este floral nos devuelve la fe, la esperanza,
la abundancia y el beneficio, direccionándonos hacia el rumbo correcto a
seguir. También es útil para aquellos que cayeron en cualquier tipo de vicio.
En este floral, actúan el Noveno Rayo Magenta y el Décimo
Segundo Rayo Opalino con mezcla de Rosa, Salmon y Violeta. El Rayo Magenta
viene del Rayo Rosa; trabajo el amor, la caridad y ayuda a comprender el ritmo
de cada uno. El Rayo Opalino es un
complemento del Rayo Violeta y ayuda a partir para el camino de la Divinidad.
Cada situación y cada obstáculo son alejados de manera armoniosa, pues todos
están buscando su camino: que el obstáculo se absorba a sí mismo.
Las siguientes expresiones de Thorwald
Dethlefsen constituyen un inmejorable resumen de lo que venimos planteando:
“Mientras
el hombre esté dispuesto a cuestionar viejos puntos de vista y fijaciones, a
aprender nuevos enfoques, a arriesgar nuevas experiencias, a expandir su
conciencia de manera de dominar todos los deberes presentados por el destino,
no tiene que temer golpes demasiado tremendos del destino, ni enfermedades
graves (…) O como dice Crowly: ‘cada hombre debe ser como una estrella y seguir
su órbita’. Una estrella es libre mientras sigue su órbita. La libertad se
termina cuando abandona su órbita.” |
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*Terapeuta y docente con más de 12 años
de experiencia, brinda cursos y talleres en países de habla hispana y Brasil.
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junio de 2011
Rev.
Dig. UNIVERSO
Nueva
Era
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