La astrología mundial, es la
rama de la astrología que estudia todo lo referente al mundo en sí, en un
sentido amplio. Se ocupa de estudiar la realidad del ser humano en el pasado, el
presente y el futuro. Estudia al hombre como tal, como especie que puebla el
planeta Tierra, con todo lo que le envuelve, en forma de comunidad, país u
organización supranacional. Aborda su ámbito cultural, social, político o
económico y abarca aspectos tan globales como la ciencia, la religión, el
deporte o el arte.
Es la rama astrológica más
antigua, pues hay que entender que, desde un principio, la astrología fue
colectiva y no individual. Primaba el grupo y sus intereses materiales: la caza,
el pastoreo o los cultivos. El primer vestigio astrológico (-30.000) a día de
hoy, las marcas de caza de Marshack, que son muescas sobre asta o hueso de animal, no
son más que la representación de un calendario lunar. Y este, debía tener una
función social: el uso de los ciclos lunares en las necesidades colectivas del
hombre prehistórico, como podía ser la caza. Aquí nace la astrología para el
historiador, y nace a la vez que la astrología social, colectiva, mundana.
Históricamente, ha sido una
rama astrológica privilegiada. La astrología mundana o mundial nunca ha perdido
su posición preferente, elitista, casi aristocrática en comparación con el
conjunto de las diferentes ramas astrológicas. No en vano desde la antigüedad y
hasta nuestros días, la clase dirigente de cada momento ha consultado a los
astrólogos acerca del destino de su país, que también es el destino del mundo.
Desde la prehistoria, con la figura del sacerdote-astrólogo hasta hoy, pasando
por la Roma imperial, el Islam, el mismo rey Alfonso X el Sabio, Isabel I de
Inglaterra o el cardenal Richelieu y hasta llegar a
numerosos estadistas del siglo XX, que han perpetuado esta tradición
milenaria.
Desde siempre, ha sido el tipo
de astrología practicada más relevante, dado que el destino de pueblos y
naciones siempre se ha impuesto al porvenir individual. La astrología mundial,
merece nuestra consideración en nuestra práctica cotidiana como astrólogos. Es
el gran marco que cubre a la astrología natal y a las otras ramas astrológicas.
No se puede practicar la astrología natal o genetlíaca de forma aislada. No
tiene sentido centrarse en el individuo y olvidarse de su entorno, de su ciudad,
de su país, del mundo, en definitiva. Es necesario ubicar a la persona en su
contexto cultural, social o político. Sólo así podremos efectuar una
interpretación completa de su tema natal.
La Astrología Mundial pueda
ser útil desde un principio, en diferente modo y grado. Desde un mero interés
miscelánico, que puede quedarse en la superficie de
las eras astrológicas, hasta una motivación más profunda, donde se puede llegar
a bucear en la tupida red de interdependencias de los horóscopos mundanos. No
obstante, es en su uso inteligente, integrando los diferentes capítulos o
apartados, donde se puede extraer el máximo rendimiento de esta rama dela astrología. Así, las eras astrológicas cubren grandes períodos
de tiempo. Dentro de ellas, hallamos a toda una serie de ciclos planetarios que marcan la pauta
mundial, a nivel astrológico, llegando a llenar etapas de hasta cinco siglos. El
índice cíclico, procedimiento o
técnica derivada de los mismos ciclos de los planetas, nos permite ver, en un
simple gráfico, los altibajos políticos, sociales o económicos del planeta azul,
para largos períodos de tiempo, a modo de quintaesencia o concentración del
efecto planetario, a nivel cíclico. Los planetas en los signos, nos dan una nueva
dimensión acerca de la realidad astrológica del mundo, coloreando etapas de la
existencia humana aquí en la Tierra. Los ingresos solares, las lunaciones y los eclipses, nos permiten estudiar períodos
de tiempo más breves, así como nos ayudan a situar geográficamente los puntos
del globo que serán actualidad, en un sentido u otro. Con los diferentes
horóscopos mundanos, podemos
estudiar separadamente a cada ciudad, país o realidad mundana específica.
Además, otras configuraciones
diversas, enriquecen y aportan nuevos elementos de juicio para el
astrólogo.
|