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“FOMENTAR LA ESPIRITUALIDAD”
¿Un comercio más, o la misión de los elegidos?
Por astr. Carlos
Dum - Caracas, Venezuela
dumcarlos@cantv.net |
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Cuando
pensamos en la espiritualidad inmediatamente la asociamos con la
doctrina filosófica que de alguna manera admite la existencia
del espíritu como una realidad esencial. En la espiritualidad
nada está excluido, no obedece a ningún
“Gurú o “Chamán”, ni trata de convertir
a las
personas en discípulos de algún Mesías, ni propone
la creencia de alguna religión específica. Pues
simplemente se esfuerza en abrir para “todos” el camino
hacía la búsqueda del conocimiento, el amor y el servicio
al Universo. En vista qué; los seres humanos poseemos actitudes
espirituales que de alguna forma queremos confirmar, sentimos la
necesidad de ligarnos a la totalidad del Universo en una consciencia
cósmica muy personal, pero simultáneamente colectiva, es
allí donde se genera espacio holístico universal.
En
nuestro país al igual que en el resto del mundo se manifiesta el
despertar de la “Nueva Era”, que trae consigo la
búsqueda del conocimiento interno a través de las
literaturas especializadas, los mantras, técnicas de
meditación, modas e indumentarias, conferencias, talleres y
seminarios sobre espiritualidad, estudios astrológicos y
holísticos, esencias y materiales esotéricos, eventos
místicos, etc. que de alguna forma nos permitan sentirnos en
contacto con las energías sutiles. Es inevitable que estos
productos y servicios estén vinculados con los elementos
materiales del Universo, y por lo tanto representen también un
costo material para las personas que los adquieren, los confeccionan o
producen por lo que entonces se genera una especie de
transmutación.
Pero
cuando este costo es víctima de los intereses especulativos y
del aprovechamiento circunstancial de algunas entidades o personas, las
cosas dejan de armonizar creando malas energías que en forma
negativa se revierten en contra de los que las generaron dándole
paso a la ley del Karma (consecuencias que de deben afrontar producto
de las malas acciones). Las personas que de alguna forma están
ligadas a la
vida espiritual, la conciben y la promulgan como una misión de
vida. Cada uno de ellos manifiesta que en algún momento de sus
vidas sintieron la necesidad de ser distintos y de seguir una
visión especial y muy personal con el fin de meditar y recopilar
experiencias místicas y trascendentales que nos puedan volver a
unir con la fuerza de la conciencia cósmica espiritual. Por
tal razón, es posible que la energía y la materia vuelvan
a evolucionar en nuestra era en armonía perfecta creando las
condiciones para la paz Universal.
La
astrología como estudio de la personalidad o conocimiento
interior, el reiki como método para sanar, el feng shui que
busca el equilibrio y la armonía con nuestro medio ambiente, la
acupuntura y medicina alternativa como ejemplo de muchos otros oficios
que vuelven para imponerse en este siglo y ser utilizados como
herramientas del conocimiento y considerado patrimonio procedente de la
sabiduría antigua. Por otro lado, el término de las
Macias (artes adivinatorios) muy de moda en la TV, revistas y
periódicos, quizás se aplique a un intento de
escudriñar el futuro, y como más popular nos referimos a
el conocido “tarot” que permite a quien lo practica el
ejercicio de la intuición, la corazonada y la predicción
de sucesos valiéndose del psiquismo.
Si
estudiamos un poco (astrológicamente) a los planetas
generacionales para buscar la comprensión filosófica y
tendencia de la humanidad actual podríamos verificar a Neptuno
bajo el signo de Piscis con una influencia que genera épocas de
sentimientos y orientaciones más espirituales e idealiza el amor
fraternal y misticismo. En tanto que Urano bajo el signo de Aries viene
como a reclamar la libertad para conquistar territorios nuevos desde el
punto de vista espiritual. Por su parte el planeta Plutón en
Capricornio invitaría hacia la transformación profunda
del orden de las cosas en lo social fomentando el aprendizaje de las
revolucionarias corrientes espirituales y cumplimiento de los deberes
personales con que cada quién identifique como misión de
vida para aportar al nuevo orden social y la compresión de su
destino. |
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julio de 2014
Rev. Dig. UNIVERSO Nueva Era
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