Hace poco leí en un
periódico local en su sección ciencia y salud
acerca de un artículo dedicado a los
asteroides. Se refería a los conseguidos entre la órbita de Marte y
Júpiter, los cuales según palabras del investigador del laboratorio de mineralogía
y cosmoquímica del Museo Nacional de Historia Natural de Francia, el científico
Matthieu Gounelle.
“Son el producto de cometas sacados de su
órbita por un brutal desequilibrio creado por dos planetas mayores alrededor de
4 millardos de años”. Junto a sus colegas explicaba
que dos planetas del sistema solar se cruzaban más a menudo, interactuaban y lo
desestabilizaban todo a su alrededor. Fue entonces cuando los cometas, situados
originalmente más allá de la órbita de Júpiter, se integraron al cinturón de
asteroides en el que permanecen.
Si esto es como lo afirman los honorables hombres de
ciencia y al pasar el tiempo se van descubriendo nuevas cosas, es posible que
los principales asteroides con los que viene trabajando la astrología:
Vesta,
Palas, Ceres y Juno, no son procedentes de un planeta
extinto entre las órbitas de Marte y Júpiter como se venia creyendo hasta ahora,
sino, el producto del desplazamiento de cometas como lo señala la investigación.
Aunque las influencias de estos principales objetos
celestes del cinturón de asteroides aún
están siendo analizados por los astrólogos de investigación y recopilación de
datos, son muchas las especulaciones que emiten algunos colegas acerca de los
efectos de los asteroides que realmente pasarían de cien mil hasta ahora, entre
ellos
“Los Apolos”, “Ireuchisatoru”, “Hazamashigetomi”,
etc.
Por otro lado y según los expertos en la materia, para
que un asteroide tenga verdaderamente influencia en la carta astral ha de estar
muy cerca del ascendente o hacer un aspecto partil con el
Sol, la Luna, o el Medio Cielo.
Para
las tendencias de arquetipo según los signos;
Vesta estaría relacionado con
Cáncer y su influencia sobre el hogar y los padres,
Palas con
Sagitario y su
influencia en la capacidad filosófica,
Ceres con
Virgo y su influencia en la
enfermedad y la maternidad y
Juno con
Capricornio y
la capacidad de fidelidad.
Es evidente que para poder asignar cierta propiedad de
influencia a algún asteroide o planetoide en el firmamento, la astrología se basa en
una percepción suprasensible del objeto que se ve en el espacio en vista de que
no tenemos medios de medición o comprobación, científicamente hablando. Por lo
qué, la idea se torna más filosófica que otra cosa. Ahora tenemos como un
resurgimiento casi de moda con el análisis de los famosos
“miniplanetas” sin considerar que ya el mapa astrológico cuenta con suficiente argumento de análisis e
investigación propia de los elementos más conocidos.
Caracas, julio de 2009
Rev Dig UNIVERSO Nueva Era