|
|
Desde el domingo de Ramos hasta el domingo de
Resurrección, el mundo cristiano celebra la
Semana Santa. Por lo que la Iglesia Cristiana
principalmente, hace reminiscencia de la vida de nuestro señor Jesucristo aquí
en la tierra. En ella revela, una vez más el gran amor de Jesús por la humanidad.
Tanto los cristianos católicos romanos como los
ortodoxos llaman a la
Semana Santa 'Semana Mayor', porque en ella conmemoran las
grandes acciones y sacrificios de Dios para redimir a la
humanidad.
En tanto La
Pascua de Resurrección
es el domingo
inmediatamente posterior a la primera luna llena tras el equinoccio de primavera, y se
debe calcular empleando la
Luna llena eclesiástica; sin embargo, ésta casi siempre
coincide con la
Luna llena astronómica, de modo que para efectos de cálculo es
generalmente válido emplear la más tradicional definición
astronómica.
La Semana Mayor es un buen
argumento para tocar algunos temas que pasan por alto muchos paradigmas que hoy
por hoy todavía se sumergen en una especie de tabú.
Todo parece condensarse en
la oración: “Padre nuestro que estás en los cielos”,
es la expresión simbólica
que une o relaciona a Dios con el cosmos y a su vez con toda su
creación
llamada Universo. También podemos referir al famoso “Himno
a la Alegría” en su última estrofa: “Si es que no
encuentras la alegría en esta tierra tierra, búscala hermano más allá de las
estrellas.” Lo cierto es que todo parece apuntar al firmamento.
En los antiguos escritos en
muchos pasajes hablan de Jesús y la astrología:
Según el “Evangelio Árabe
de la Infancia” en el capitulo L1 denominado “Ciencia de Jesús” dice:
"Y había también allí un
sabio hábil en astrología. Y preguntó a Jesús: ¿Posees nociones de astrología,
hijo mío?"
"Y Jesús le respondió,
puntualizándole el número de las esferas y de los cuerpos celestes, con sus
naturaleza, sus virtudes, sus oposiciones, sus combinaciones por tres, cuatro y
seis, sus ascensiones y regresiones, tiempo y otras cosas que rebasan los
limites de la razón de una criatura.”
Por lo que es muy factible
que Jesús poseyera sólidos conocimientos de astrología, ya que en el año 605
antes de su nacimiento existen pasajes escritos que documentan los primeros
testimonios de la adivinación a través
de los astros según Nabucodonosor, antiguo rey de Caldea y Babilonia. (en aquel tiempo al igual que hoy, la confusión
por ignorancia sobre adivinos, sabios, genios y magos también existía). El mismo
hizo llamar a magos y astrólogos, encantadores y caldeos para que explicaran al
rey un sueño, y como ya dice la historia, fue Daniel por intervención de Dios
quien reveló el misterio de los sueños del rey, por lo cual bendijo al Dios de
los cielos. (Daniel,2,2-46).
Hace aproximadamente unos
dos mil años, la humanidad entró en la era de Piscis (Los Peces) que trajo
consigo la religión cristiana simbolizada por los dos peces, que de alguna
forma hacen referencia a la bipolaridad energética de materia y espíritu. La
palabra “pez” en griego, “ictios”, forma con sus iniciales el anagrama de las
palabras “Jesucristo Hijo de Dios Salvador”.
Ya en la época del Renacimiento el estudio de la astrología seguía
siendo un tema algo polémico entre los religiosos de la cristiandad, en vista
de que su práctica era susceptible al oscurantismo y tergiversaciones heredadas
de la época medieval.
No obstante, con la aparición más filosófica y universal
de los estudios humanísticos muchos papas romanos adoptaron abiertamente los
estudios astrológicos, lo cual se evidencia en las pinturas y adiciones de
símbolos astrológicos en las iglesias. Entre los papas astrólogos más
destacados figuran Julio II (1443-1518), León X (1549-1521), Pablo III
(1468-1549), Urbano VIII (1568-1644) y
Sixto IV (1414-1484) entre otros tantos.
En pleno siglo XXI vivimos un gran auge del conocimiento astrológico, gracias en gran parte a las organizaciones
privadas, federaciones y asociaciones que aglutina a estos estudiosos del
movimiento cósmico. No obstante, todavía se ataca con mucha dureza la praxis de esta
disciplina, en parte debido a que los medios de comunicación en sus presentaciones no
discriminan la astrología de la astromancia y la superstición, dando pie a
serias confusiones, las cuales en gran parte son la causa principal de dichos ataques.
Pero llegará el día en que gracias a los
nuevos descubrimientos y revelaciones, ciencia y religión formen un todo, dando
paso a la creencia universal más armónica y tolerante de que Dios y hombre son
uno.
En cierta oportunidad me
preguntaron: ¿como es posible que los astrólogos creyéramos en el
Cristianismo? A lo cual respondo:
“la astrología es un principio fundamentalmente
arquetipal, tan solo heredamos un conocimiento y una
terminología universal, independiente de nuestras creencias
individuales."
De manera
qué es falsa la creencia de algunos que afirman que los astrólogos no somos
cristianos por que manejamos conceptos politeístas cuando nos referimos a
planetas, estrellas y puntos del firmamento. Seguimos siendo hoy por hoy
creyentes y asiduo estudiosos de la astrología, solo que
adecuamos
respecto a la interpretación un basamento en las correspondencias cósmicas
pertinentes a la era y cultura actual en la que vivimos.
|
abril de 2017
Rev. Dig. UNIVERSO Nueva Era
|
|
|
|
Pulse
aquí para volver a artículos |
|
|
Pulse
aquí para volver a portada |
|
|
|