Cual
si estuviéramos de espectadores hacia un gran tablero de ajedrez
intentamos predecir las jugadas dentro de los diferentes escenarios
socio-políticos en el ámbito global, donde no deja de
asombrarnos como los ajedrecistas del mundo (entiéndase
líderes dentro del poder y la oposición) aplican
diferentes estrategias con el fin de quebrar las
economías, perjudicando así la estabilidad y paz de sus
respectivos países para sus propios beneficios personales y el
de sus socios internacionales, porque evidentemente la idea de la
“aldea global” ya no es un mito.
Dentro
del panorama se deja ver las crisis de valores que desencadenan el
caos de las instituciones financieras y económicas de casi todos
los países del mundo unos abiertamente y otros solapadamente
todo depende de los medios de comunicación que manejen o
controlen los Estados y no se descarta aplicar guerras, engaños,
manipulaciones, chantajes o compra y venta de conciencias y voluntades
para lograr los objetivos de pocos en detrimento de muchos pues la idea
es ganar el juego.
Los
planetas generacionales se mueven muy despacio y como consecuencia de
ello se establece una interpretación sobre el comportamiento de
la humanidad que les toque vivir los acontecimientos en el tiempo de su
paso por el firmamento, por lo que conseguimos a URANO como pieza clave
de este ajedrez bajo el signo de ARIES procurando libertad para
conquistar nuevas condiciones de vida pero a pesar de la mucha voluntad
sus influencias también caen dentro del individualismo de los
sectores que deberían llegar a necesarios acuerdos para la
subsistencia de los diferentes sistemas escogidos para ser gobernados.
Posiblemente el paso de NEPTUNO en PISCIS está agudizando las
tendencias de ocultamiento de alguna forma bajo el velo del
engaño muy presente en el ofrecimiento de los líderes
hacia las masas para mejorar las condiciones que nunca llegan a cambio
de los correspondientes sacrificios.
En
tanto que PLUTÓN bajo el signo de CAPRICORNIO parece invocar
transformaciones profundas del orden o estructura social, pero por el
lado rígido y a veces agresivo tocando el punto de las
insaciables ambiciones tanto de los gobernantes instalados como los que
luchan por derrocarlos. Y mientras todo esto acontece nosotros los
ciudadanos de a pie en cualquier parte del mundo y que no tenemos
ninguna influencia en las esferas del poder tan solo la de depositar
con ansiedad un humilde y esperanzador voto por el bien del país
que nos tocó vivir.
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