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Toda
manifestación en el mundo de las formas ocurre dentro del
tiempo-espacio, en el que se establece una delimitación a fin de
que tenga existencia un objeto o entidad. Pero una vez que la forma ha
sido establecida mediante las fronteras que la definen,
deberá cumplir un obligado ciclo de evolución dentro del
orden cósmico establecido. La influencia de Saturno es la que vigila rigurosamente el ciclo de
evolución de todas las Almas encarnadas. Ninguna de estas Almas
puede renunciar a la sustancia que ha tomado y los efectos producidos
por la Ley de Acción y Reacción.
La naturaleza tiene un orden, una disciplina, sus leyes son de
cumplimiento infalible, y su justicia radica en la manifestación
de estas leyes, que si se violan, castigan, si las cumples
cooperativamente te premian y retribuyen Cada Alma que ha descendido al
reino de las formas, el reino de Saturno, debe cumplir todo un ciclo de
redención de la materia que encarna.
Cada alma tiene su propia misión. Solo cuando ha llegado a
cierto estadio de la evolución, el Alma trasciende la influencia
de Saturno y se libera. El cumplimiento con la ley de evolución
es el único camino que evita el dolor. Saturno es llamado el
Señor del Karma o Guardián del Umbral. Pero en
ningún modo significa que este planeta sea maléfico, por
el contrario, es como un gran maestro cósmico. Su
influencia solo afecta el destino del hombre en la medida que hace que
cada entidad reciba el justo precio por cada acción que pone
en movimiento la energía y la forma.
La libertad en el mundo de las formas, solo se obtiene mediante la
obediencia de las leyes que lo rigen. Saturno no castiga ni trae
calamidades sobre ninguna criatura, pero sí devuelve todos los
efectos de los que somos la causa. Estos efectos se manifestaran como
limitaciones en cualquiera de nuestras encarnaciones. El poder creador
del hombre radica en su capacidad de cooperar inteligentemente
con las leyes de la naturaleza, esto le hace poderoso. La
naturaleza solo se gobierna obedeciéndola. El karma no es
más que efectos de acciones erróneas e irresponsables, si
cumples con la vida, puedes hacerte libre.
Cuando observamos muchos de nuestros problemas con la vida, debemos
preguntarnos ¿En qué medida somos responsables por lo que
ahora está ocurriendo? ¿Esta situación es una
consecuencia de qué actos, de cuáles acciones cometidas
en el pasado? Debes siempre recordar que el presente es el producto del
pasado, y que hoy tenemos el poder de cambiar el futuro.
¿Quieres conocer tu pasado? Entonces observa tu presente, eres
su fruto. ¿Quieres conocer tu futuro? Entonces observa tu
presente, el será su semilla. |
enero de 2015
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