id

feva

chu

CONTENIDO
REPORTAJES
ENTREVISTAS
SOCIALES
BUZÓN DE SUGERENCIAS
CURIOSIDADES DEL
UNIVERSO...
guia GUIA HOLÍSTICA PROFESIONAL
directorio DIRECTORIO
ESOTÉRICO
CARTAS
A  LA
REDACCIÓN
ENLACES
de Interés
(Links)
LOS
COMENTARIOS DE CUPERTINA
AGENDA HOLÍSTICA
LIBROS!!
Busque su pareja
 perfecta en el amor...
TABLA DE AFINIDADES
¿Cuál es nuestro signo como especie?
HOMO SAGITARIUS
Por astr. Boris Cristoff

calle Beyrouth 1272, Montevideo, Uruguay 
Tlf. (5982) 6008930, 6002819, E-mail: cristoff@adinet.com.uy 

EL VIAJE DEL BENJAMÍN

Estamos viajando en el vagón llamado Tierra, que es arrastrado por el tren Sol, que a su vez circula con millones de otros trenes alrededor de la estación Galaxia. Hay millones de estaciones con una central llamada Universo.
 
Nuestro vagón tiene energía propia llamada Reino Energético desde hace 4.600 millones de años. Parte del cual se trasformó en materia o Reino Mineral desde hace 4.000 millones de años. Por sucesivas reformas que llamamos Evolución surgió el Reino Vegetal hace 2.600 millones de años y de éste último nació el Reino Animal hace 330 millones de años. Uno de los pasajeros del vagón es nuestra especie humana desde hace 6 millones de años, que por ser la última en subir al tren tiene la información genética más avanzada del Reino Animal. Desde hace dos mil años nuestra especie manda en este vagón.

El hombre viaja en un vagón del tren, desde una estación y una central, como medio de un viaje con destino previsible.

EL DESTINO


La central Universo tiene un destino previsible (una explosión en proceso) y cada paso que da en su evolución se refleja en todas sus estaciones galaxiales, sus trenes y vagones, por lo que ninguna de sus partes se puede “salir de la vía” y menos aún de nuestra “vía láctea” Algunos creemos ser jefes de tren o estación, pero en realidad ni siquiera somos dueños de nosotros mismos, ya que hay un reglamento llamado destino que rige toda existencia en esta central.

Edipo consulta sobre su destino al oráculo de Delfos

NUESTRA VIDA

Nuestro promedio mundial de vida es de 67 años. En algunos países el promedio es 82 y en otros no pasa de 37. Por lo tanto la experiencia de vida promedial es casi 70 años, que al lado de los ciclos históricos es un poco más que la nada. Para solucionar esa incapacidad de no haber vivido desde el principio del Universo, hemos investigado el pasado por sus minerales y animales antiguos con lo que creamos la historia. Ella nos revela que nuestra primera sabiduría consistió en captar la relación entre astros y hombres. Desde Galileo hace 500 años, la sabiduría pasó a llamarse Astrología. Y gracias a la Astrología he podido armar con la Tabla Periódica de la Historia el rompecabezas en el que siempre creímos: en el Eterno Retorno de las Mismas Cosas. Es que el ciclo mensual de la luna, el ciclo anual del sol con las cuatro estaciones, el ciclo diario de días y noches, fue el origen de ese Eterno Retorno.

La historia de los destinos humanos tienen un argumento fijo según se prueba en esta Tabla Astrológica.  

CAMINANTE NO HAY CAMINO, SE HACE CAMINO CON EL HOMBRE  

Hace seis millones de años un grupo de monos africanos comenzó a trasladarse en dos patas en lugar de las cuatro de sus antecesores, formando la nueva especie del Homo Erectus. La nueva condición bípeda les permitió observar al mismo tiempo la tierra y el cielo abriéndole las puertas del mayor conocimiento. Notó que las lunas llenas coincidían con las mayores mareas del mes, lluvias, mayores nacimientos, mayor sexualidad, grandes luchas, buena caza y pesca. Así fue comprendiendo que todo lo que sucedía en el cielo tenía su correspondencia en la tierra. Hoy sabemos que la alineación sol- tierra- luna durante los plenilunios produce la mayor atracción mensual en los mares, en la naturaleza y en los hombres, los cuales estamos compuestos de un 75% de agua, porque en sus células sufrían mini- mareas, a imagen y semejanza de los mares.

Gracias a habernos convertido en bípedos nuestra especie adquirió la certeza de que existe una Unidad Universal, es decir un destino unitario, esa prenda tan preciada para Max Planck y Einstein.

La doble perspectiva visual del Homo Erectus se traduce en su doble destino terrestre-celeste.

HOMO ERECTUS ES HOMO SAGITARIUS

El doble factor cielo-tierra se tradujo con el tiempo en nuestro doble destino terrestre- celeste. Se comprueba porque su primer conocimiento como animal bípedo fue la Astrología, la cual se define como la relación sincrónica entre sucesos terrestres y símbolos celestes.


Lo comprobamos porque hemos sido la primera especie terrestre que puede vivir fuera de la Tierra, la primera que habita todas las regiones del planeta, la primera que camina, nada y ausculta el fondo de los mares, perfora las distancias con telescopios y microscopios, vuela en la atmósfera y el espacio, pero mucho más importante ha sido la primera en saber que vivimos en un universo.
 
Quienes conocemos las características de Sagitario sabemos de su similitud con el Hombre. Es un signo individualista y maleable, es el gran sibarita y el más viajero de los doce del zodíaco. Comparémoslo con el hombre.

La flecha apunta a un blanco distante, impulsa a una vida brillante, a un más allá que la rutina terrestre.

Sus viajes y banquetes son proverbiales, sus expansiones infinitas y sus metas aumentan con el andar.

El hombre Sagitario es individual y colectivo al mismo tiempo, muy maleable porque se adapta a toda circunstancia geográfica, histórica y biológica. Y muy dialéctico porque acepta cada verdad en su contexto, con lo cual toda verdad es plausible porque depende de individuos, lugares y momentos históricos. El hombre como especie es el más viajero del reino animal. Sus viajes más largos siempre tuvieron por origen la búsqueda de nuevos alimentos. El caballo ha sido su animal más útil en toda la historia. Ha sido siempre el gran factor de sus desplazamientos.
El centauro mitológico nos informa que esta simpatía entre el Homo y Sagitario es de larga data.
 
Por haber unido el cuerpo del hombre con el cuerpo del caballo, el nacimiento de la especie humana tuvo su signo ascendente en Sagitario, porque de acción física se trata. Si se tratara de nuestro carácter somos como el perro, cuyo signo de especie es Acuario, signo también de monos y delfines. El perro ha sido un gran compañero emocional pero pierde entidad física frente al caballo.
 
EN SUMA

Todo esto me induce a aplicarnos el signo Sagitario como signo ascendente. Considerando el zodíaco primigenio, Sagitario goza de dos condiciones únicas con respecto a los once signos restantes: la línea que une el centro de la galaxia con el centro de la Tierra pasa justamente por los 27º de Sagitario. Y en segundo término, Sagitario es el único signo que evoluciona hasta culminar en el cenit o Mediocielo. Esta condición es muy distinta a Capricornio que nace en el cenit para luego alejarse de él y del centro galáctico. Esta declinación ha sido señalada por algunos colegas como André Barbault en la vida de personalidades capricornianas de rápido ascenso que luego declinan, y aunque hayan muchas excepciones, esta es la norma en la vida de las grandes personalidades de este signo: Nixon, Stalin, Mao, Ho Chi Min, Edgar Hoover, Martin Luther King, Mozart, Lorenzo Medicis, Elvis Presley, etc.

Montevideo, 6  de Junio de 2008






articulos Pulse aquí para volver a artículos
portada Pulse aquí para volver a portada