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Cuando el río suena, agua trae
LOS FINES DEL MUNDO
Por
astr. Boris Cristoff
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Allá por los años cuarenta había en
Montevideo un viejito de barba en punta como si fuera el mesías,
vestido con un
manto bíblico que le cubría hasta los pies descalzos. Se
paseaba por la
principal avenida informando dulcemente a los curiosos que se le
acercaban del
fin del mundo. Le llamábamos el Dios Verde. Era bajito, siempre
muy limpio y
vestía pulcramente. Se le toleraba y nunca se le vio objeto de
burlas. Pregonaba el fin del mundo y cómo debíamos
prepararnos para ello.
El Dios verde y sus
alertas. Dr. KARL JUNG. Hernán Cortés nació el 15 diciembre
1495 en Segovia, España con sol en
Sagitario, típico signo del
viajero y conquistador.
LAS CRISIS DE ALERTISMO
El psicólogo suizo Dr.
Karl Jung llamaba crisis de alertismo a estas manifestaciones. Siempre nos han
parecido algo inútil, como algo ajeno a la razón, pero tienen el mismo valor del
síntoma de una enfermedad. Suelen desembocar en acontecimientos públicos
notorios que parecen sin sentido. Cuando en 1938 Orson Welles irradió un
programa realista sobre la invasión marciana en EEUU, se produjo un caos
general, con apagones, choques, rotura de vidrieras, huídas. Nadie se explicaba
racionalmente porqué tal reacción exagerada. Pero al año siguiente comenzó la
segunda guerra mundial, en la que cinco años después murieron más soldados
norteamericanos que en ninguna otra guerra.
Esto es algo común
en la historia, este alertismo suele aparecer periódicamente cada 2100 años. En
el pasado la humanidad hacía sacrificios de hermosos ejemplares de niños,
jóvenes y animales después que sus profetas habían vaticinado catástrofes.
Entonces, para aplacar a los dioses sacrificaban bellos ejemplares de sus
pueblos de manera de sustituir un mal creado por otro profetizado. Al
adelantarse a esas catástrofes anunciadas, pretendían que ya el destino quedaba
cumplido.
En la edad de
bronce los celtas hacían sacrificios igual que los escandinavos, los griegos en
Cnosos, los romanos hasta un siglo antes de Cristo y ahora mismo los indios en
áreas rurales a veces practican la quema de las viudas. Antes del desembarco de
los españoles en México los aztecas hicieron sacrificios para evitar que según
las profecías de sus sacerdotes y magos un hombre blanco los echaría de sus
tierras. Para ello arrancaban el corazón del joven más bello ante la multitud.
Con ello pretendieron calmar la ira de los dioses.
En 1519 el hombre
blanco fue Hernán Cortés que desembarcó en México con once barcos, 900
soldados, 32 caballos y 10 cañones. Y pese a que los aztecas eran muy
superiores en número fueron conquistados por Cortés, tal como era el vaticinio.
Espero que el
lector no relacione estas matanzas por culpa de la voluntad sino con el
destino. El instinto animal nos hace mecánicos en el hambre, el sueño, el sexo,
pero también nos previene de manera histérica de los males que vendrán. La
razón humana suele prostituir esas necesidades naturales evitando o exagerando
las horas de comer, dormir, acoplarse. La mujer es mas instintiva e intuitiva y
por ello las videntes son mucho más numerosas que los hombres. Hay que hacer
caso a estos histerismo colectivos porque tienen un sentido histórico mucho más
complejo que lo que sucede en la vida diaria o en toda una vida. La Astrología
puede probar cuál es este sentido más complejo.
Grabado español en el
que dibujaban al diablo como autor de los sacrificios aztecas. El dios olmeca
de las limas
con la ofrenda de un
niño.
MIS SIGNOS PRECURSORES DE
ACONTECIMIENTOS PERSONALES
Años antes de conocer las crisis alertistas de Jung, deduje que antes
de un gran acontecimiento biográfico de cualquier persona hay síntomas que
indican lo que nos pasará. En 1992 escribí un libro titulado “Las luces rojas
del destino” en el que describí miles de ejemplos de estas alertas personales
que son iguales a estas alertas colectivas que no alcanzamos a entender. Les
llamé SPA, signos precursores de acontecimientos. Otro fenómeno poco conocido
es que los mismos alertistas que difunden catástrofes se ven envueltos en
problemas personales en el año para el que predijeron una catástrofe. Yo mismo
tuve una experiencia de ese tipo. Mi libro best seller La Gran catástrofe de
1983 coincidió con la muerte inesperada de mi padre. No importando si mis
predicciones se cumplieron de manera rotunda, de todas maneras sufrí en carne
propia una pequeña catástrofe. En 1983 nació el SIDA la mayor pandemia de la
historia y 20 nuevas enfermedades, las bacterias del mal del
banano, las vacas locas, el fin de la era Mao, Breznev y Tito, el agujero del
ozono, 48 guerras regionales, 14 magnicidios, El Niño inicia Crisis climática,
peor Hambruna Africana, Superdeudas, Eutanasia del Dr. Muerte Kevorkián, Estrés
vegetal, América del Sur inundada, 1º Coche bomba, Resonancia Schumann, etc.
LOS SIGNOS PRECURSORES DE
ACONTECIMIENTOS COLECTIVOS
Estos movimientos que aparecen en los tiempos modernos son los mismos
que sucedían miles de años antes.Tanto antes como ahora el proceso alertista y
sacrificial proviene del instinto colectivo. Todos presentimos sucesos
catastróficos cuando se acercan. Y cuanto más racional sea la época menos
sentido le encuentran “nuestros sabios” La prueba está en episodios como el de
Orson Welles. Una prueba anterior fue en Alemania tres años antes de la primera
guerra 1914-1918. De pronto y sin antecedentes cundió un catastrofismo
literario que no tenía eco en los demás países europeos. Los temas eran de
inundaciones mundiales, naufragios, terremotos, quiebras nacionales, etc. Después
de la guerra cuando los alemanes perdieron lo que tenían, esa ola literaria
desapareció de golpe. La expresión instintiva ya habia tenido su utilidad y ya
no era necesaria. Nótese que el Titanic naufragó en 1912, dos años antes siendo
el síntoma mayor de la gran catástrofe guerrera. Otra ola catastrofista pero
mundial en el cine y la literatura, fue en los años previos al SIDA en 1983.
Todos sentimos una atmósfera catastrófica desde los años setenta al 83, unos
difundieron y los demás tragamos a dos manos esos miedos, pero cuando comenzó
el SIDA, la peor pandemia mundial de la historia en ese mismo año, aquella ola
alertista desapareció.
El cine nos machaca una y otra vez con el fin del mundo: asteroides
asesinos en Armageddon, inesperados cambios
climáticos en El día de mañana,
violentísima actividad geológica en 2012, una enfermedad de
alcance planetario en 28 días después, invasión
extraterrestre en Independence day, guerra atómica en El planeta de los simios,
ataque de los zombies en La noche de los muertos vivientes.
Los científicos tampoco están a salvo de estas alertas tenebrosas: el
astrónomo Phil Plait en su libro La muerte llega desde el cielo de 2008
alerta sobre una supernova, una llamarada de rayos gamma, un agujero negro. Apocalipsis 2012 (2007), del
periodista Lawrence Joseph advierte de que “sólo una deidad omnipotente podría
ayudarnos” ante la que se nos viene encima. Nada podrá ayudarte Lawrence y
menos una deidad. Tu intuición es buena pero aún nos sabes sobre qué es.
El naufragio del
Titanic en 1912 nos Alertó sobre la guerra
de 1914. Terminator. Judgement Day. El Dr. Camping de Family Radio y su SOS de 2011 . La
alerta es virtual, King Kong
no
existe
LOS CABELLOS LARGOS SON
ANTENAS
Todo hombre tiene un instinto que le previene de peligros inminentes.
Las madres sobre todo, captan esas luces rojas antes que los padres, debido a
sus cabellos largos, que ofician de antenas justamente cubriendo el cerebro.
Los poetas suelen tener cabellos más largos que los demás, al igual que
religiosos, fanáticos y ciertas etnias poco racionales. Los magos, brujos y
profetas del pasado se identificaban por sus largas cabelleras. Einstein con su gran melena tenía gran
intuición. Las nuevas secretarias se pasan recogiendo el cabello pero las viejas
secretarias usan cabello corto o recogido.
Todo lo contrario sucede con el varón, de cabellos
cortos y por lo tanto más dados a la razón pura, para enfrentar sin dudar
frente al peligro y defender a su familia. Los más aguerridos se cortan al
rape, como los futbolistas, los militares, los boxeadores, cirujanos y
verdugos. Los de pelo corto no deben temblar al enfrentar el peligro, el
accidente o la agresión y por ello suelen ser escépticos frente a las
corazonadas de sus mujeres.
Secretaria joven, Secretaria, peluca melenuda, Mago Merlín, Poeta Bécquer, Genio Einstein
Tyson
come orejas Delantero
eficaz Jugador cambia de lookPelado militarVerdugo
LAS PROFECÍAS MAYAS Y LOS FINES
DEL MUNDO
Fue el escritor
estadounidense Frank Waters quien vinculó el fin del mundo con el calendario
maya. Lo hizo en 1975 en su libro Mexico
mystique: the coming sixth world of consciousness (México místico: la llegada de la sexta era
de la conciencia) Retomada esta alerta hizo un agujero en la conciencia
de millones de personas en todo el mundo. El calendario maya nada dice de un
final mundial, no tiene la culpa de que alguien convierta el final material del
calendario con el final de la vida sobre el planeta.
El calendario maya
comprende tres ciclos diferentes: el religioso (Tzolkin), de 260 días; el civil
o solar (Haab), de 365; y la Cuenta Larga, de 1.872.000 días o, lo que es lo
mismo, 5.125 años. La última Cuenta Larga comenzó el 11 de agosto de 3114 antes
de Cristo y acabará el día del solsticio de invierno de 2012. Esto último es
toda la realidad del calendario maya. Simplemente sus días y años terminarían
en 2012. En todo caso en 2012 deberían haber terminado los mayas, pero eso sucedió
en 1500, entonces no se refiere al fin de los mayas, es sólo la cuenta que
abarcaba el calendario. Pero todas estas alertas tienen un sentido.
William Miller,
fundador de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, predijo el fin del mundo,
según la Biblia, para el 21 de marzo de 1843 y, como no acertó, para el 22 de
octubre de 1844. Los Testigos de Jehová con Charles Russell, el fundador,
predijo el fin para 1874 y 1914. Tuvo buen instinto en prever una catástrofe
pero fue el fin de la larga Belle EPoque desde 1750 a 1914 con una guerra
inmisericorde, la peor según historiadores. Su sucesor Joseph Rutherford, profetizo
un fin para 1918 (fin de la guerra) y para fin de 1925 (fin de las vestimentas
antigua y principio de los locos años veinte) y para la década de 1940 (segunda
guerra mundial)
En 1975 el peruano
Sixto Paz decía comunicarse con extraterrestres, para alertarnos de que “la
constante amenaza de una guerra atómica pasará pronto a convertirse en un
holocausto vertiginoso y sangriento. Todo ello, además, coincidirá con el paso
del cometa Halley” Nos avisó de ello en Ovnis: SOS a la Humanidad (1975), uno de los primeros
libros del ufólogo Juan José Benítez. A otro visionario, el italiano Giorgio
Bongiovanni, la Virgen y Jesucristo le habían adelantado de que un
gran asteroide iba a chocar con la Tierra en septiembre de 1991.
Charles Berlitz y Paco Rabanne coincidieron en señalar a
1999 como el año fatídico. El autor del triángulo de las Bermudas publicó en
1981 su obra Fin del mundo, año
1999. El modisto vaticinó la destrucción de París por la caída de la
estación espacial Mir el
11 de agosto de 1999, en coincidencia con un eclipse total de Sol. Nostradamus
señaló el fin del mundo en 2000 su única fecha predicha.
EL VERDADERO SENTIDO DE ESTAS ALERTAS
Cuando era colegial allá por los años treinta, con la inconciencia que
caracteriza esa edad, decíamos en son de burla “a follar que se acaba el mundo”
No dejaba de ser cierta esta afirmación si pensamos hoy la aceleración
constante en las costumbres sexuales desbordantes, desnaturalizadas y
exageradas que hoy se vive. Esa fue una alerta que sigue vigente, cuanto más se
avanza en estos años, más se desvirtúa tanto el sexo como la vida.
A pesar que estas alertas parecen no cristalizarse, informo que hay un
cambio generacional importante desde julio de 2012 cuya vigencia será hasta
2027. Es un movimiento social mundial que sobrepasará los poderes estatales
para combatir males sociales como la delincuencia, el poder corporativista, la
rutina laboral, la droga y otros males actuales. Pero esto queda pequeño frente
al verdadero motivo inconciente de los fines del mundo.
La clave del gran fenómeno alertista está en el subciclo cultural del
Giro Polar cada 2100 años. Al final de cada era hay una decadencia histórica
necesaria para dar paso a otra renovación cultural. En el duodécimo final de la
era anterior de Aries (-175-0) desapareció la república romana, la democracia
griega sustituida por el imperio romano, desapareció Grecia, Egipto, Babilonia,
Fenicia, Macedonia, Palestina, Numancia, Etruria, Mochica y otras naciones,
además del magnicidio de Julio César. Y ahora, aunque recién estamos en la
mitad del duodécimo ciclo de las decadencias de era, ya hemos sido espectadores
de la desaparición de la URSS, Yugoeslavia, Checoeslovaquia, Corea unida, China
unida y el magnicidio de John Kennedy. ¡Cuantas otras naciones veremos sucumbir
antes de la era Acuario que comienza en 2100!
Es como si la choza en que vivimos se está cayendo a pedazos. Al
principio la reparamos de vez en cuando, hasta que llega un momento de tirarla
toda abajo y hacer una casa más sólida y avanzada. Así sucedió en cada
duodécima parte (175 años) de cada era de 2100 años.
- Al final de la era
Virgo (-12.600-10.500) se terminó la edad de los recolectores por el fin de la
edad glacial.
- Al final de la era
Leo (-10.500-8.400) se terminó el Edén por el Diluvio Universal por
derretimiento de los hielos.
- Al final de la era
Cáncer (-8.400-6.300) fin de la alimentación marina por retiro de las aguas.
- Al final de la era
Géminis (-6.300-4.200) fin del nomadismo por la vida sedentaria en Egipto y
Mesopotamia.
- Al final de la era
Tauro (-4200-2100) fin de Egipto y Mesopotamia por las conquista asirias y
griegas.
- Al final de la era
Aries (-2100-0) fin de conquistas y colonias engullidas por el Impero Romano.
- Al final de la era
Piscis (0+2100) fin de naciones tugurizadas y contaminadas por ciudades-estado
exclusivas.
- Al final de la era
Acuario (+2100+4200) fin de las ciudades por un absolutismo pragmático
universal.
En cada era la
duodécima época de 175 años es la más crítica, decadente y preparatoria de un
nuevo orden mundial. Lo mismo nos está sucediendo desde 1925 hasta 2100, los
Locos Años Veinte, que terminarán con el colectivismo existente, con las
democracias, el dinero y las contaminaciones.
Al igual que los
aztecas y mayas, el verdadero sentido de estas crisis de alertismo está en el
viejo adagio: “cuando el río suena, agua trae” Cuando tanta bulla se produce
con el fin del mundo, es por algo. El hombre es el animal más avanzado del
Reino Animal pero no lo conocemos bien todavía. Toda alerta debe ser tomada en
serio. El pobre pastor que se burlaba de los demás pidiendo ayuda sobre un lobo
inexistente que se comería sus ovejas, cuando el lobo llegó y se las comió,
nadie le ayudó. El destino tenía que cumplirse de todas maneras, sus alertas
parecían inútiles, pero en realidad eran la manera en que su instinto expresó la
real tragedia que le esperaba.
Por eso, cuando el
río suena, por las dudas, guarda tus ovejas…
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agosto de 2011
Rev.
Dig. UNIVERSO
Nueva
Era
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