EL REY DE LA CASA
La especie humana domina el Reino Animal desde hace
dos milenios. Por ser la especie más joven desde hace seis millones de años,
aún está en un estado primitivo de su civilización. Y sin embargo creemos que
somos por mucho, los reyes de la creación. Si entendemos que el bebé suele ser
el rey de la casa, aunque tire del mantel de cumpleaños con la cristalería y la
torta arriba y meta los dedos en el enchufe (algo así como la contaminación que
producimos y las matanzas de especies), entonces sí, somos realmente los reyes
de la creación.
Ya he dicho que el Homo Sapiens, es más bien un
monito sabio, como los infantes que todo lo creen saber. En una gran escala de
tiempo, si el Hombre es como un rey que suele mandar y no trabaja ¿porqué
trabaja como un esclavo y sus súbditos animales, no?
EL REY IDOLATRA A SUS SÚBDITOS
Nuestros logros son todos de la piel para afuera.
Las demás especies tienen todos sus logros de la piel para dentro. Estamos
llenos de juguetes como bebés de pecho. Nada biológico poseemos que nos salve
de avatares y peligros. Si una rana, culebra o cocodrilo pierde una parte de su
cuerpo, no la pierde para siempre, le crece otra igual en cosa de días. Una
abeja reina produce hijas obreras, soldados, aladas con sólo cambiarle el
alimento. Nosotros no podemos hacer eso, a menos de creer en infantilismos
queridos como Batman, Superman, Hombre Araña, ángeles y demonios, etc. Eso se
parece a nuestros dientes de leche, que se reponen una vez, pero en el resto de
nuestros nunca más. He sabido de una china desdentada, a la que le creció una
nueva dentadura después de los sesenta años de edad, pero fue una excepción. Mi
padre recuperó su cabellera negra pasados los ochenta años debido a un remedio
recetado por otro problema. También a menudo en los anales médicos aparecen
otras anomalías de este tipo sin que sepamos a qué se deben. Eso son rezagos de
una ventaja ancestral que ya no existe y demuestra que la vida se ha
deteriorado.
EL HOMO SAPIENS LOGRÓ SER EL HOMO PROTESIS
Todo lo que hemos logrado hasta ahora es un tipo de
vida extraño y a contra corriente de la Naturaleza, con inventos y prótesis de todo tipo,
no sólo de nuestros sentidos con perfumes y condimentos, sino del trabajo con
máquinas increíbles del tipo que pidas y hasta robots y computadoras que todo
lo hacen por nosotros.
Por todo esto es que siempre hemos envidiado a los
animales, hasta hacerlos nuestros ídolos y dioses. En la era Tauro (-4200-2100)
los egipcios adoraban al Buey Apis, en la era Aries (-2100-0) los griegos
adoraban al Vellocino de Oro, en la era Piscis (0-2100) los cristianos adoraron
a los peces ¿Usted piensa que estas son sólo cosas del pasado? Siéntese cómodo
y prepárese a enfrentar que los animales son nuestros ídolos más que en el
pasado.
AUTOMÓVIL, REY DE LAS MÁQUINAS
La máquina más importante de nuestra historia es el
automóvil. La velocidad, agilidad, potencia y ampliación del tiempo y
acortamiento del espacio que nos otorga, es mil veces superior a la de
cualquier animal. Cuando un hombre camina por la calle tiene un carácter muy
distinto a cuando maneja un automóvil, es como la simbiosis del centauro, medio
hombre medio caballo. Caminando es humano, pero manejando es una bestia. SIn
embargo usamos nombres de bestias a nuestros coches de mayor éxito de la
historia.
Esta es una treintena de marcas de Estados Unidos,
una de Alemania y otra de Italia, pero fueron las de más éxito mundial, las que
primaron sobre marcas con otros símbolos, con nombres de personas, números y
varios.
El Impala (ciervo africano), Mustang (caballo
salvaje), Cobra Ford (serpiente), Duddy Bug (insecto), Jaguar (felino), Bobcat
(gato montés), Greyhound Dog, (perro gris, la mayor compañía de transporte
vial), Thunderbird (pájaro de trueno), Firebird (pájaro de fuego), Hawk
Studebaker (halcón), Power Hawk, Golden Hawk, Humber Hawk, el Correcaminos
(pájaro de dibujos animados), Pinto Ford (caballo salvaje), Bronco (idem),
Viper (víbora), Puma Lincoln, Hornet Hudson (avispón), Wasp (avispa), el famoso
Beetle VW (escarabajo), Spider (araña), Corvette Shark (tiburón), Corvette
Stingray (pez raya), Rambler Marvin (pez espada), Hyena, Dino T Rex
(dinosaurio), etc.
Los hombres prefieren las marcas con símbolos
agresivos, las mujeres los símbolos pacíficos.
Esta lista no deja de crecer con marcas que hacen
patente nuestro esfuerzo por ser mejores que las demás especies, como la beba
que se empolvó con las cremas de su madre o el niño que fuma a escondidas para
imitar al padre. Creemos a pié juntillas que somos superiores, encapsulados en nuestros
coches, pero si un día se terminara el petróleo caemos al fondo del pozo.
Volveríamos a un primitivismo que no quiero imaginar y entonces sí, la
idolatría animal subiría 100%.
¿LA ESTRELLA
FUE EL AUTOMOVIL O EL ESCARABAJO?
Seguimos siendo la especie más débil de cuerpo con
un cerebro gigante. Seguimos adorando todo tipo de animal, sea felino, equino,
insecto, o lo que sea, medimos con “caballos de fuerza” la potencia del
automóvil, exhibimos un tigre gigante en la fachada de las estaciones de nafta,
el marketing ofrece “meter un tigre en su tanque”, los diseñadores eligen
pumas, perdigueros y halcones en el capot, Disney hace filmes cuya estrella es
el VW en “Cupido Motorizado”, “Herbie”, “The Love Bug” y otros ¿Qué otra
máquina pueda interesar como estrella de cine?
SUCESOS TERRESTRES SIEMPRE SE EXPLICAN POR SÍMBOLOS CELESTES
La inducción de la Lógica no puede explicar esta interacción entre
hombres y animales. La ASTROLÓGICA siempre demuestra que
la deducción es el camino correcto. Es que el UNIVERSO
ha envejecido tanto como la TIERRA y en la misma proporción ha
envejecido la VIDA de las especies. Cuanto más
vieja es una especie más “milagros biológicos” tiene. Astrónomos calculan que
el Universo ya tiene unos 18.000 millones de años y vivirá otros 6.000 millones
de años más de acuerdo a su reserva energética. Aplicando esta proporción a una
persona que ha de vivir 84 años, ahora tiene 63 años y vivirá 21 años más. Es
como si esa persona ahora deja la actividad de la madurez, para entrar en la
pasividad de la ancianidad. La vida deteriorada le tocó a la especie Hombre y
su compensación es el maquinismo atroz que niega la vida.
No podemos hacer nada para
salir de esta situación contradictoria porque existe el destino, pero bueno es
saber cual es nuestro estado real, porque teniendo conciencia de ello,
tendremos el privilegio de entender las reglas de juego de la vida terrestre,
de tolerar más nuestros errores y de valorar algo más nuestras propias
cualidades que las de las demás especies que nos precedieron.
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