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El incontenible avance del
DOLCE FAR NIENTE
Por astr. Boris Cristoff
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La tendencia al dolce far niente (dulce no hacer nada), comenzó en esta era Piscis (0-2100) La vida interior que inauguró, tan diferente a la vida furibunda de la era Aries (-2100-0) es
como el enorme paso de Aries, primer signo, a Piscis, el último
signo. Ese pasaje a otro zodíaco es la que indica esta tendencia
de la Humanidad.
La introspección medieval originó un conocimiento
profundo de las necesidades humanas y de las potencias de la naturaleza
para satisfacerlas. El resultado final fueron grandes genios e hitos:
Einstein descubrió el orden en la energía, Mendeleiff el orden en la materia, Mendel el orden biológico, Darwin el orden en las especies. Estos cuatro grandes órdenes del Reino Ígneo, Reino Mineral, Reino Vegetal y Reino Animal, nos llevó a entender la Unidad Universal.
Opuesto a un polo brillante siempre hay un polo oscuro. La sensibilidad
del cristianismo del principio se ha convertido ahora en una
sensorialidad mayúscula, la libertad de los sentidos termina con
un libertinaje, una exagerada sexualidad, drogadicción, ocio,
delincuencia, pandemias, genocidios y catástrofes impensables.
Lo de siempre: Dios y el diablo, blanco y negro, el Yin y Yang, Jekyll
y Hyde ¿Porqué extrañarmos entonces de estos males
cuando sólo faltan 89 años para el final de esta cultura
de 2100 años?
Esto seguirá en el mismo sentido, no hay que dudarlo. Es cierto
que hay muchas corrientes renovadoras, salvadoras de la humanidad,
ecología, materiales biodegradables, reciclables, defensa de las
especies amenazadas, organizaciones mundiales para frenar esta
caída al vacío, etc. Pero es una mínima-
mínima parte de los esfuerzos contrarios de destrucción,
ocio, transexualidad y homosexualidad, drogas, ciencias contaminantes,
ciudades tugurizadas de 13 millones de habitantes, smog en todas ellas,
no se ven las estrellas de noche y sus altos edificios entierran la
vida, no se ve el amanecer, hay que imaginárselo. Cuando vienen
los argentinos a Punta del Este se sientan en la costa para aplaudir al
sol que se oculta. Hemos llegado a la hez.
El ocio es uno de nuestros males, al igual que el cáncer y el
Sida que son escalones de degradación de la especie humana y no
se deben a ningún virus que alientan las droguerías para
su peculio. El ocio se difunde en proporción geométrica.
Tengo aquí por ejemplo el reciente feriado de la SEMANA SANTA.
Es una semana religiosa que recuerda el Vía Crucis, al mismo
tiempo se le agregó la peregrinación a la Virgen de
Verdún en Minas llamada SEMANA del VERDÚN, en Montevideo su suman con la visita a siete iglesias (nuestro ciclo Proluna) A mitad de siglo se le sumó la SEMANA de TURISMO
para ateos o quienes no ejercen pero aprovechan para tomarse otras
vacaciones, además de las de verano, invierno y primavera. En
1943 se sumó la SEMANA de la VUELTA CICLISTA, evento deportivo internacional alrededor del Uruguay. Luego la SEMANA CRIOLLA de domas de potros y tradiciones gauchescas, que concentra multitudes en todos los departamentos. Se sumó la SEMANA de la CERVEZA desde 1965, la SEMANA de las TERMAS en Salto y Paysandú y la SEMANA de los FESTIVALES MUSICALES. Es un fenómeno calendárico único, son ocho semanas en una misma semana.
Para los que ven corto, el ocio comenzó en la era de Piscis.
Todos los caminos conducían a Roma, la nueva ciudad del ocio y
el triunfalismo hasta que colapsó de tantos invasores
bárbaros que incluso fueron emperadores. El gran sacudón
del ocio comenzó en la Revolución Industrial de 1750, es
decir el gran Maquinismo justo en el comienzo de la sub-era Acuario y
su regente Urano, el planeta de lo excéntrico, payasesco,
juguetón y liberal. Si las máquinas ahorraron el trabajo
del hombre, es lógico que luego se pudiera echar a dormir.
Prueba de ello es que aparecieron las primeras huelgas, la burocracia
dinosáurica, los sindicatos para defender al trabajador, el
socialismo, el comunismo, el fascismo, el nazismo, todos en busca del
dolce far niente.
En los años sesenta, a la desocupación se la llamó
peyorativamente ocio, el no hacer nada porque el hombre no estaba
acostumbrado a no hacer nada. Entonces inventó lo peor, hacer
algo innecesario: como vacacionar, tomar té, café, mate,
fumar, emborracharse, tomar drogas, inyectarse, vivir de
píldoras, operar órganos, agrandarlos, achicarlos,
comprar órganos de repuesto, cambiar de sexo, desnudarse,
delinquir, tatuarse, matar, suicidarse y todo lo que no hace falta en
una vida normal. Véase en tribus alejadas del mundanal
ruído en Africa, América y Asia, como el ocio no existe,
tampoco la exagerad sexualidad, las nanas bipolares, el estrés y
toda la mariconada ciudadana.
En los años actuales, si seguimos creando feriados para no hacer
nada, lo lograremos por máquinas cada vez más
inteligentes, hasta que esa inteligencia nos mate y ella sea la
herencia maldita del futuro, un artefacto que crea otro artefacto que
comienza a tragarse desde los pies a su progenitor.
Ni tanto, ni tan poco, esta evolución es más bien la
involución, la contracción final de un ciclo, la
destrucción de esta cultura, que dará paso a una cultura
renovadora, como lo han sido cada dos mil cien años los
recolectores de la era Virgo desde -12.600, los solariegos
después del fin de la edad de hielo Würm de la era Leo
desde -10.500, los diluvianos de la era Cáncer desde -8.400, los
nómades de la era Géminis desde -6.300, los sedentarios
egipcios de la era Tauro desde -4.200, los colonialistas griegos y
asirios de la era Aries y los expansivos cristianos de la era Piscis
desde el año O.
En el próximo futuro serán los maquinistas de la era
Acuario desde el 2100, los absolutistas de la era Capricornio desde el
4.200, los emigrantes planetarios de la era Sagitario desde el 6.300,
los subterranistas de la era Escorpio desde el 8.400, los exclusivistas
de la era Libra desde el 10.500 ¿Es necesario seguir para
convencernos de que debemos digerir el mal, que por bien es necesario?
Hay que administrar tanto las buenas como las malas épocas, hay
que seleccionar lo que no nos ponga en peligro del tsunami
histórico, hay que elevarse a las montañas para
concientizar la realidad, hay que ayudar a transformar el
renacuajo en rana, el gusano en mariposa, el patito feo en cisne
¿Imposible? Ya es un hecho positivo el captar esta realidad que
el 90% de la humanidad jamás conocerá, de modo que junto
a este privilegio, el lector está salvado.
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abril de 2011
Rev Dig UNIVERSO Nueva
Era
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