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El saber nos ha sido dado de manera simple, pero lo complicamos
CIENCIA Y CONCIENCIA
DEL CONOCIMIENTO
Por
astr. Boris Cristoff
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A
nivel de los conocimientos, ninguno es perfecto, todo depende de quien
lo juzga y del tiempo en que se lo juzga. Si lo juzga el homo sapiens
el karma “errore humamum est” no se puede pretender siempre
la máxima justicia. Si se juzga un conocimiento en varias
épocas, se tendrá varios juicios distintos entre
sí.
La Astrología fue el conocimiento primordial desde Egipto y
Mesopotamia hace 6.000 años. En el siglo 17 los métodos
cartesianos que se sumaron a la Astrología y la Religión,
monopolizaron la enseñanza y el criterio de los gobiernos,
eliminando la Astrología en escuelas y universidades. En el
siglo 18 la Astrología durmió una siesta de tres siglos
hasta que a fines del año 1896 un religioso editó un
libro sobre los doce signos. Ese despertar fue rápidamente
aceptado por la mayoría de la humanidad, pero fue combatido por
científicos y gobernantes. En el siglo XX propuse a Gallup
Uruguay que hiciera estadísticas mundiales en los años
setenta, su director lo propuso a Gallup Internacional que
aceptó. Así se reveló que el 99% de la
población occidental conocía su signo y el 75% aceptaba
sus características.
Ahora la Astrología es millonaria en kioscos, estancos, webs,
diarios, revistas y canales, donde se monopoliza el interés
popular, pero son ignorados por universidades y gobiernos.
Le han prohibido a la Astrología entrar a palacio, pero
entró por la puerta de servicio y ahora es su ama de casa. No la
consultan sus gobernantes pero vienen sus esposas, lo mismo que las de
científicos, sicólogos y universitarios.
Viendo el futuro de la Astrología, no puede ser más que
auspicioso dentro de seis generaciones de 15 años. Eso
será a partir del siglo próximo. En la era Piscis
(0-2100) cuyo regente es Neptuno, el planeta de los grandes altibajos
emotivos, de las religiones y de la sicología, la
Astrología tuvo grandes contrastes. Subía al cielo o
caía al sótano en varias épocas. Unos emperadores
romanos la prohibieron y otros la amaban, religiosos nos echaban al
fuego pero Santo Tomás de Aquino, el mayor doctor de la iglesia,
presentó la Astrología en la Suma Teológica, la
obra más importante de la Teología. Los racionalistas nos
tildaban de supersticiones e ignorantes pero ahora han guardado
“violín en bolsa”
En próxima y fija era de Acuario (2100-4200) cuyo regente Urano
es el planeta de la Astrología, ésta volverá a ser
reina absoluta del conocimiento. De los 2100 años de esta era
sólo resta el 4% del tiempo de las tormentas piscianas. Ya
estamos pisando fronteras conceptuales en que se mezclan razón e
intuición, como preámbulo de la extuición
acuariana. Esa mezcla ya se ve en las lenguas como
símbolos: el portuñol, franglés,
italiañol, espanglish, catañol, yidish, Germanglish, el
Chinglish, el polaglish, el Franlemán, el Norwedish, el Tagalog
(filipino e inglés), Chindú, portuglés, el
alemañol, etc.
Faltan sólo 89 años o sean metros luz para hablar en una sola lengua astral.
Otro enfoque sobre el conocimiento es que lo popular tiende a los
conocimientos humanísticos, es decir literatura,
geografía, historia, música, deportes y danzas. En cambio
la enseñanza mundial está deficitaria en conocimientos
abstractos como química, física, geometría y
matemáticas, aunque estas dos últimas fueron creadas por
la Astrología y las dos primeras por la Alquimia, su tercera
rama histórica.
Los métodos astrológicos y los métodos
científicos son complementarios, perfectibles y necesarios para
esta época de mezclas étnicas, pero mientras en la
realidad se complementan, los que se llaman científicos nos
quieren borrar del mapa. Algunos achacan a las ciencias sin conciencia
de ser la fuente de toda contaminación, adicciones, drogas,
destrucciones y decadencias. Los astros señalan esta decadencia,
lo malo es que ellas serán las cabezas de turco del
futuro.
La ciencia oficial es analítica, específica y reacciona frente a las circunstancias del presente.
La Astrología es sintética, general y acciona antes de las circunstancias del futuro.
La enseñanza es larga, tediosa y cara. Ahí están
esas carreras kilométricas con sus textos que cambian cada
año, las monstruosas enciclopedias y bibliotecas con más
libros que lectores. Su carareada exactitud dura como un lirio, luego
hay otra exactitud y otra revolución cognoscitiva.
En cambio ahí están doce únicos signos y planetas
que se mantienen de manera irritante por milenios, como unidades
totales de medida, que hasta un iletrado entiende porque es universal.
Estas unidades logran el mayor relacionismo existente gracias a que han
ordenado doce caracteres en lo personal y en lo histórico con la
Tabla Periódica de la Historia. Tanto Oriente que
engendró la Astrología, como Occidente que la
llevó a su máximo rendimiento, usan y conocen los doce
signos y nunca se han cambiado desde Caldea.
Por el contrario, la ciencia oficial no predice “un carajo a la
vela” Por otra parte la ciencia oficial no tiene una
caracterología confiable para distinguir a una persona de otra,
pese a ser subvencionada por los gobiernos y tener un presupuesto de
novela. En cambio el astrólogo espera a fin de semana para
dedicarle un poco de tiempo a su ciencia amada. El astrólogo no
necesita siquiera conocer a su consultante, puede predecir para su
pasado y su futuro, en cambio la ciencia oficial debe acostar a su
paciente y pedirle “cuéntame tu vida” durante meses
y con resultados muy inciertos por un lado o extensas pruebas e
incompatibilidades históricas.
La ciencia se basa en causas y consecuencias muy próximas en
tiempo y espacio, hasta tienen la teoría del caos
(científico sobre todo) de que el aletear de una mariposa puede
llegar a causar un huracán. En cambio la Astrología no es
tan megalómana, sólo informa sobre la Unidad Universal,
por la cual existe un destino desde la Chispa inicial de nuestro
universo hasta el ser más insignificante. La Astrología
no crea como la ciencia que cree tener el poder en sus manos, recrea la
primitiva unidad traducida a todo estado de materia o vida.
Si se equivoca un científico o un meteorólogo se
justifica porque para algo son lo oficial y todo es azaroso y
casualidad. Si se equivoca un astrólogo nadie lo justifica
porque de manera instintiva le adjudican saberlo todo. El chiste eterno
que le hacen al astrólogo famoso cuando pregunta por algo
en la calle es “usted debería saberlo” Con eso
están confesando que el astrólogo lo sabe todo, que
excede lo lógico hasta considerarlo un super hombre.
A mí me han achacado que me equivoqué en el fútbol
o en las elecciones presidenciales, pero no toman en cuenta que he
predicho con fecha el SIDA, la peor pandemia de la historia, que he
predicho con fecha el corto reinado del papa Juan Pablo I antes de ser
elegido o que he predicho el día y mes del imposible atentado a
Juan Pablo II, o el fin de la URSS, o la imposible guerra de las
Malvinas, o que huiríamos del sol por los rayos cósmicos,
o el cataclismo climático, etc.
La Astrología, que ha sido el primer conocimiento
histórico, de acuerdo al calendario lunar de Alexander Marshack
hace 35.000 años, ha sido juzgada como útil en el 99% de
los tiempos.
La Religión antes llamada astrolatría, segundo
conocimiento según los soles de Altamira hace 30.000
años, ha sido juzgada como necesaria el 84%85 de los
tiempos.
La Filosofía antes astrosofía griega, tercer conocimiento
desde Tales de Mileto hace 2.600 años, ha sido considerada como
buena el 7%35 de los tiempos.
La Ciencias cartesianas, cuarto conocimiento desde la alquimia egipcia
hoy convertida en la química, primer método cartesiano,
ha sido considerada como útil desde hace 13%01 de los tiempos.
La Tecnología quinto conocimiento desde los inventos griegos
hace 2350 años y la Astronomía de Galileo, ha sido
considerada desde hace el 6%15 de los tiempos.
La Parasicología, Metafísica o Magia no tiene fecha precisa de nacimiento.
No basta tener ciencia, hace falta tener conciencia para hacer uso de ella.
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octubre de 2011
Rev.
Dig. UNIVERSO
Nueva
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