Son significados,
interpretaciones y creencias que hemos fabricado, aceptado como verdad y en los
que hemos creído ciegamente por mucho tiempo. Ninguno de ellos es verdad en este
plano. Todos provienen de la experiencia de limitación, en respuesta al vacío
existencial y a la necesidad que evoca de ella. Todos están amarrados entre sí y
enredados al punto en que se hace difícil ver donde comienza uno y termina otro,
cuál da inicio a los demás y cuál resulta como efecto del anterior. Parecen ser
uno solo e invisible a la mente que no quiere liberarse de
ellos.
Los nudos
energéticos se encuentran presentes en todas las áreas de la experiencia humana.
Son la razón de que no comprendas por qué se te hace tan difícil o esquiva la
abundancia natural que te pertenece. Es la causa de los celos, envidias o
inseguridades en las relaciones de separación que mantienes y de las que
intentas conseguir felicidad inútilmente. Es lo que provoca las molestias,
dolores y enfermedades en tu cuerpo que solo responde a la información que
envían estos nudos. Es la causa de la confusión, depresión y desesperanza que
provoca tu identificación con la falsedad de lo que crees ser cuando te
confundes a ti mismo con tu nombre humano.
Imagínate y trata
de sentir y recordar el hambre que tenías cuando experimentaste ser un hombre
primitivo. Ahí empezaron los nudos que provocan la escasez. Decidiste un
significado: no tengo, no hay suficiente y compartiste y te “especializaste” en
esa creencia durante cientos de vidas. En esa misma vida, en la caza de tu
alimento, quizás fuiste herido o quizás mataron tu cuerpo de ese entonces. ¿Qué
decidiste? ¿Qué juraste? “Me protegeré mejor. Nunca me dejaré vencer. El mundo
es hostil. Los demás o lo demás te hace daño y te puede matar”.
Mucho después en la
época del romanticismo jugaste a ser una dama que creía que el amor humano y el
honor eran el cielo (¿Dónde se originó ese nudo?).
Buscaste relacionarte con el
disfraz de tu amado quien lo más probable, dada la fuerte dualidad de la energía
que hacía imposible la completitud en ese tiempo, te mintió, traicionó y hasta
asesinó. ¿Qué otras creencias o juramentos se habría inventado dicho príncipe?.
¿Qué otras miles de activaciones energéticas has hecho en las incontables
atrocidades de la historia de este juego.
De ahí viene la
desconfianza, las defensas y el esforzado control que tienes programado ahora
para cada situación y que quizás hasta pasen desapercibidos por parecer tan
“normales” ya que todos los tienen y porque “así es la vida”. Una creencia
amarra la otra, se enriquece, se hace más “real” todavía, al punto de
estructurar toda una forma de vida en la que los objetivos de “felicidad” están
claros: sobrevivir y parecer feliz. En este abismo energético te olvidaste de
que todo es perfección sublime, armonía invulnerable y bienestar eterno; que
eres ilimitado y pleno y que lo mismo son todas las otras partes de la divinidad
que compartimos; que no tienes que hacer nada para volver al equilibrio y a la
despreocupación.
La intuición y la
percepción, las corazonadas y todo lo que informa la mente que tienes ahora ya
no son puras. Están procurando los objetivos del mundo, de la identidad que
crees estar siendo y en lugar de recordarte quien eres en realidad solo anuda
más la triste energía del juego que ya no quieres jugar. Vuelves a experimentar
desolación, frustración, imposibilidad y entonces condenas el nudo energético
con un juramento: “nunca más esto, de ahora en adelante esto otro”. Es tu
aparente castigo, venganza a ti mismo. Decides que el resentimiento sea ahora tu
alimento y procuras no equivocarte. A partir de ahí además todo te dará la
razón.
¿Cómo dejo atrás
estos nudos, votos y juramentos?
Tomando conciencia.
No de que has hecho algo malo, que eres culpable por ello o que tus pensamientos
tienen una consecuencia de la que no te puedes librar. Nada de esto aplica ahora
que la esencia está entrando en este plano y solo podría ser una pérdida de
tiempo. Te liberas tomando conciencia de la irrealidad de tus significados.
Abriendo espacio para la Realidad. Recordando como es en realidad la vida.
Dándote cuenta que la muerte viene de tus creencias incuestionadas. Tomando
conciencia en la quietud de la realidad en la que crees y que sigues creando y
recibiendo la Esencia que hace que todo florezca y renazca en este mismo
plano.
Tu nuevo destino,
al que estás accesando en estos tiempos es completamente distinto a la realidad
a la que has estado acostumbrado. Ya no necesitas el control de tus creencias
viejas. Las defensas que provienen de tus nudos solo hacen que se postergue su
manifestación. Ahora es la apertura a un tipo de existencia en que nada puede
preocuparte, en la que no existen los problemas ni el conflicto. Ahora solo
recibimos milagros, reequilibrios espontáneos y pensamientos maravillosos de
nosotros mismos, de los demás y de todo.
La jornada de tus
nudos ha sido tan difícil, tan larga y agotadora que ahora generalizas y crees
que así mismo debe ser tu liberación de ellos. También te equivocas al respecto.
Liberarse es más fácil, rápido y divertido de lo que crees. Al menos, claro que
quieras seguir creyendo eso o que no te des cuenta de que sigues creyendo
eso.
Deja que sea fácil
y que suceda espontáneamente. Deja que todo se dé mientras por fin vuelves a
disfrutar de la Eternidad y la Amistad con Todo
enero de 2009
Rev. Dig UNIVERSO Nueva Era
|