Abortos naturales o que mueren poco después de nacer:

• Conviene reconocer su existencia y dar su lugar a todos y cada uno de los bebés que ha tenido una pareja, a pesar de no llegar a nacer o morir justo después del parto. Su alma sigue viva y reconocerlos les hace descansar en paz.       

• Cuando una madre se siente permanentemente triste a causa de un hijo no nacido, el alma de ese bebé se siente triste y no encuentra descanso.

Abortos provocados:

• Los abortos provocados son vividos en el alma de los padres que lo provocan como una culpa grave, que en ocasiones causará la ruptura de la pareja e incluso, a veces, se querrá expiar la culpa impidiendo que otras relaciones de pareja futuras se logren. La solución consiste en que los padres asuman su culpa y reconozcan al hijo abortado como tal, llevándole en su corazón.

• En ocasiones, la madre que aborta a su hijo, desarrolla el deseo de seguirle a la muerte. Por eso, es necesario hacerle el duelo y decirle: “Ahora te doy un lugar en mi corazón, asumo el daño que te he hecho y quiero que participes de lo bueno que hago en tu memoria”.

• La responsabilidad es de ambos padres, excepto cuando el hombre quería tener el hijo y respaldara a la mujer para tenerle.

Muerte prematura de hijos:

• Cuando un hijo muere a edad temprana, frecuentemente es olvidado y no se le hace el duelo. Si es así, otro miembro de la familia, normalmente el siguiente hijo, le representará llevando sentimientos de no ser querido y exclusión. Sin embargo, cuando los hijos que murieron prematuramente reciben su lugar, se les da un nombre y son contados como miembros de la familia, el resto de los hermanos que viven, pueden tomar su vida con sensación de merecerla.

Separaciones tempranas de la madre:

• Quien de pequeño fue separado de sus padres, en la mayoría de los casos la madre, ya sea por estancia en el hospital, parto complicado, viajes por trabajo de los padres, entrega en adopción o por cualquier otro motivo, el bebé o niño/a lo vive como una experiencia de rechazo. De adulto, cuando entable una relación con otra persona e intime, surgirán los recuerdos de aquella interrupción y reaccionará con los mismos sentimientos de entonces = rabia, desesperación, resignación, pena…..Es decir, la persona retrocede en la relación por miedo a revivir el dolor. Desarrolla así, miedo a la intimidad y a mostrarse vulnerable. Es lo que se conoce como: Movimiento Interrumpido.

Adopciones:

• Si se entrega al hijo en adopción, el hijo se enfada con sus padres carnales. Estos sentimientos negativos los recibirán los padres adoptivos si se colocan en lugar de los padres biológicos.

• Es importante no ocultar quienes son sus verdaderos padres biológicos.

• La clave está en que los padres adoptivos guarden un profundo respeto ante los padres carnales y así puedan a su vez respetar al hijo adoptivo fruto de ellos.

Inseminación artificial y donación de óvulos:

• En los casos de inseminación artificial, la relación se rompe cuando interviene en ella un hombre que no es el de la pareja. El alma lo vive como una infidelidad.

• Los bebés nacidos como consecuencia de una donación de óvulos por una mujer que no los va a criar, lo viven como un abandono de su madre biológica y se sentirán rechazados y no queridos. Alguien del sistema familiar los representará y ocupará su lugar excluyéndose y llevando sentimientos de no ser querido.

       
Gemelos, trillizos, cuatrillizos...

• Los gemelos, trillizos, cuatrillizos,….no deben ser separados. Entre ellos existe un vínculo de amor muy especial y de adultos necesitarán hacer el duelo de su gemelo, como si se tratara de un primer amor, para poder entregarse a otra persona y tener una relación de pareja.

       
Hijos disminuidos:

• Si en una familia nace un hijo disminuido, los otros hermanos sanos, muchas veces, no se atreven a tomar su salud y felicidad, ya que desarrollan la fantasía de que ellos tienen lo positivo en su vida a cambio del hijo enfermo. La solución consiste en tomar la vida, la felicidad, la salud…..como un regalo, sin tener que pagar, por ello, nada a cambio.

• Si los padres tienen un hijo disminuido le respetan si asienten a él tal y como es, sin pretender que sea diferente o como el resto de niños. Hay que respetar su destino tal como es y quererle tal como es.  

marzo de 2011

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