|
|
|
Los aspectos
Una relación social
Por David Bustamante* - Colombia
Twitter: @Ernesto7Segovia
|
|
|
|
"La socialización se presenta cuando la coexistencia aislada de dos individuos
adopta formas de cooperación y colaboración que caen bajo
el marco conceptual de la acción recíproca”.
Georg Simmel (1859-1918)
A
propósitos de la «dignidad» de un cuerpo celeste se
mira, en primera instancia, el signo y la Casa en que se encuentra y,
en segunda, los «aspectos» que recibe. Los aspectos tratan
sobre las relaciones angulares (representadas en grados y minutos) que
los cuerpos celestes forman entre sí. Si un cuerpo celeste
recibe buenas relaciones angulares por parte de otro u otros, se dice
está dignificado, y afligido cuando no. Hay relaciones angulares
«armónicas» y otras
«inarmónicas». Los sextiles (60º) y los
trígonos (120º) se consideran aspectos armónicos;
las cuadraturas (90º) y las oposiciones (180º)
inarmónicas. La conjunción, por su parte, no es una
relación angular propiamente dicha, sino la alineación
directa –o casi directa– entre dos o más cuerpos
celestes observados desde la Tierra (no obstante, dos cuerpos celestes
suelen considerarse conjuntos cuando su relación angular o
unión es igual o menor a los 8º).
Los aspectos determinan la forma en que un cuerpo celeste se relaciona
o interactúa con los demás. Siendo que establecen el
balance de los efectos que recibe un cuerpo celeste por parte de otro,
basta con tener una mínima noción de geometría
para comprender lo que sigue a continuación.
Conjunción
La conjunción (símbolo ☌) se define como la concurrencia
de dos o más cuerpos celestes en un mismo grado (º). Es en
este sentido que los astros aunados comparten una misma experiencia
(representada por el signo) y se identifican. En el plano de las
relaciones humanas, por ejemplo, podríamos entenderlo como estar
en buena o en mala compañía de alguien. Si los cuerpos
celestes (personas) en cuestión son de naturalezas contrarias,
la conjunción se considera desfavorable (mala
compañía). Si las naturalezas son afines, se considera
favorable (buena compañía). Sol (caliente y seco) y Venus
(caliente y húmeda) hacen buena compañía, mientras
Marte (caliente y seco) y la Luna (fría y húmeda) no.
El signo en que se encuentren y los aspectos que reciban podrán
mejorarla, pero la conjunción en sí misma se considera
desfavorable. Del mismo modo, una conjunción favorable
podrá verse desmejorada según el signo en que se
encuentran los cuerpos celestes que la forman y los aspectos que
reciban (este criterio debe emplearse a propósito de cualquier
aspecto).
Dado los 0 grados nos coloca en el signo de Aries, quienes saben dicen
que las conjunciones tienden a la introspección, o a producir
–cuando hay varias conjunciones– individuos ensimismados o
demasiado independientes y/o absortos. Los cuerpos celestes en
conjunción suelen estar –casi siempre– en un mismo
signo. Cuando no lo están, cada uno obtiene una identidad
independiente, pero asociada, y tenderá a predominar el astro
cuya afinidad con el signo –y la Casa– sea más
elevada.
Cuadratura
La
cuadratura (símbolo ☐) se define como una relación
angular de 90º entre dos cuerpos celestes, generando
tensión o conflicto entre ambos. Una forma de explicarlo
podría ser utilizando las siguientes dos metáforas. Si
diseñáramos una tubería con esquinas de 90º,
el agua no tendría continuidad: chocará primero, para
pasar luego. Lo mismo sucede cuando manejamos un vehículo y
debemos cambiar de dirección: para doblar en una esquina nos
vemos obligados a frenar, mientras en las salidas de la autopista (por
lo general siempre redondas) no. Dos cuerpos celestes en cuadratura no
guardan una buena relación o no cuentan con un cauce
energético favorable y se perjudican mutuamente.
Dado los 90º nos coloca en el signo de Cáncer (en el
sentido contrario a las agujas del reloj) y de Capricornio (en el
sentido de las agujas del reloj) se dice que las cuadraturas
están asociadas con la tensión y la intransigencia o la
autoridad (Capricornio) y con los miedos o la inseguridad
(Cáncer) por lo que aconsejan aliviarlas a través del
esfuerzo o consumo considerable de energía (trabajo o deporte,
por ejemplo; ejercicio físico en fin). Los cuerpos celestes en
cuadratura están en signos de distinto elemento (fuego, tierra,
aire o agua) y de distinta polaridad (positiva + o negativa –)
pero de misma modalidad (cardinal, fija o mutable).
Sextil
El sextil (símbolo: ✳︎) se define como una relación angular de 60º (mitad de un trígono)
entre dos cuerpos celestes. Cuando sucede, los astros en
cuestión producen un estímulo. Volviendo a hacer uso de
la metáfora de la tubería, el paso del agua, en lugar de
detenerse, rebotaría (se impulsa). Un cuerpo celeste estimula al
otro (promueve su energía).
Dado los 60º nos coloca en el signo de Géminis (en el
sentido contrario a las agujas del reloj) y de Acuario (en el sentido
de las agujas del reloj) se dice promueve el desarrollo de la
razón y el intelecto (Géminis) y las relaciones e
interacción social (Acuario). Los cuerpos celestes en sextil
están en signos de misma polaridad (positiva + o negativa
–) pero de distinto elemento (fuego, tierra, aire o agua) y de
distinta modalidad (cardinal, fija o mutable).
Trígono
El trígono (símbolo: ∆) se define como una
relación angular de 120º entre dos cuerpos celestes,
produciendo armonía, compatibilidad o reciprocidad entre ambos.
Usando, una vez más, la metáfora de la tubería, el
agua llega de un punto a otro ininterrumpidamente, produciendo
pasividad o armonía.
Dado los 120º nos coloca en el signo de Leo (en el sentido
contrario a las agujas del reloj) y de Sagitario (en el sentido de las
agujas del reloj) se dice que el trígono, a diferencia de la
cuadratura, no goza del pulso que incita a la acción y el
trabajo sino de la consonancia que funda la estabilidad y produce la
reflexión. Además, propicia la creatividad (Leo) y
asimismo la intuición (Sagitario). Los cuerpos celestes en
trígono están en signos del mismo elemento (fuego,
tierra, aire o agua) y de la misma polaridad (positiva + o negativa
–) pero de distinta modalidad (cardinal, fijo o mutable).
Oposición
La
oposición (símbolo: ☍) se define como una relación
angular de 180º entre dos cuerpos celestes, creando un antagonismo
o enfrentamiento entre ambos. Una forma de explicarlo sería
imaginar a dos hombres tirando de una pita por ambos extremos: ni el
uno ni el otro lograría llevarla a donde desea (siempre y cuando
las fuerzas sean iguales. Si no lo son –lo cual en un Mapa Natal
estará indicado por la «dignidad» de los cuerpos
celestes involucrados según el signo y la Casa en que se
encuentren, en primera instancia, y por sus «aspectos», en
segunda– uno tenderá imponerse sobre el otro).
Dado los 180º nos coloca en el signo de Libra (signo
diametralmente opuesto al de Aries), se dice que las oposiciones nos
ofrecen una perspectiva diferente sobre las cosas; algo así como
estar del otro lado de la escena (en el otro extremo) para observarla
desde afuera. Más, si bien en virtud de la oposición se
pone de manifiesto un claro antagonismo, cuando logran conciliarse las
fuerzas opuestas (normalmente tras años de vida del nativo)
suelen consolidarse como complementos.
Los cuerpos celestes en oposición están en signos de la
misma polaridad (positiva + o negativa –) y de la misma modalidad
(cardinal, fija o mutable) pero siempre del elemento diametralmente
opuesto, es decir: su oposición natural.
Aspecto disociado
En ocasiones ocurre que los astros en oposición no están
en los signos naturalmente opuestos sino adyacentes y se conoce como un
«aspecto disociado». Lo mismo podrá ocurrir con
otros aspectos, no solamente la oposición. Esto se debe a que no
son aspectos «partiles» (exactos) sino
«separativos» o «aplicativos» debido a un
margen de aproximación o de separación
–según el caso– denominado «orbe».
El orbe
A propósito de la consideración de cualquier aspecto, se
permite un margen de aproximación o de separación llamado
«orbe». De modo que un cuerpo celeste podría
comenzar a surtir efectos sobre otro antes de que la relación
angular entre ellos se haga exacta o continuar surtiéndolo
después de que la relación angular entre ellos se hizo
exacta (en astrología se habla de un aspecto
«exacto» o «partil» cuando la relación
angular entre dos cuerpos celestes es un múltiplo exacto de la
doceava parte del círculo).
Se habla de un «aspecto aplicativo» cuando los cuerpos
celestes que se alejan están a punto de consolidar su aspecto.
Si observamos una relación angular de 85º, estamos
observando una cuadratura aplicativa (faltan 5º para la cuadratura
«partil»). Se habla de «aspecto separativo»
cuando los cuerpos celestes que se alejan ya formaron su aspecto
«partil» y continúan alejándose. Si tenemos
una relación angular de 95º, hay una cuadratura separativa
(han pasado 5º desde que formaron la cuadratura
«partil»). En ambos casos el orbe (margen de
aproximación o de separación) es de 5º.
Es preciso distinguir, sin embargo, cuando un aspecto está en su
fase «creciente» o «decreciente» para saber si
los cuerpos celestes en cuestión se están alejando o
acercando (ver imagen). Es «creciente» cuando el cuerpo
celeste más rápido (según su periodo orbital
sideral) se aproxima al punto de oposición del cuerpo celeste
más lento (el cuerpo celeste más rápido siempre
estará a mano derecha del cuerpo celeste más lento). Es
«decreciente» cuando el cuerpo celeste más
rápido (según su periodo orbital sideral) se está
separando del punto de oposición del cuerpo celeste más
lento y se dirige hacia la nueva conjunción con ese astro (en
este caso, el cuerpo celeste más rápido siempre
estará a mano izquierda del cuerpo celeste más lento). En
el primer caso, si la relación angular es de 85º, la
cuadratura sería «aplicativa», y, si la
relación angular es de 95º, la cuadratura sería
«separativa». En el segundo caso, si la relación
angular es de 95º, la cuadratura sería
«aplicativa», y, si la relación angular es de
85º, la cuadratura sería «separativa».
Cuando dos cuerpos celestes forman un aspecto exacto o
«partil», el efecto de la relación está en
toda su fuerza. De modo que una relación angular de 120º
(trígono exacto o «partil») goza de contundencia,
mientras una con un margen de aproximación (orbe) no. En todo
caso, un aspecto aplicativo siempre tendrá más fuerza que
uno separativo, y un aspecto separativo menor fuerza que uno
aplicativo. Por ejemplo: un trígono (∆) aplicativo es más
favorable que uno separativo, tanto como una cuadratura (☐) aplicativa
más desfavorable que una separativa.
A los trígonos se les permite un orbe de 8º e igualmente a
las cuadraturas. A los sextiles se les permite 5º y a las
oposiciones hasta 10º. Estos orbes se amplían o reducen
según la velocidad de los cuerpos celestes (periodo de
revolución u «orbital sideral»). Si tenemos una
cuadratura entre la Luna y Mercurio, por ejemplo, el orbe debe
reducirse a 6º. Cuanto más rápido (según su
periodo orbital sideral) sea un cuerpo celeste, menor será el
orbe permitido (pues la relación o el contacto entre ambos
será efímero). Cuanto más lento (según su
periodo orbital sideral) sea un cuerpo celeste, mayor será el
orbe permitido (pues la relación o el contacto entre ambos
será duradero).
Retrogradación
Algo de suprema importancia con relación a los
«aspectos» es la «retrogradación» de los
cuerpos celestes, es decir: si se observan en movilidad lógica o
retrógrados. Esto es trascendental a los fines de determinar si
la fuerza de un aspecto va rumbo a su máxima intensidad o si
está mermando. Por esta aparente simpleza se puede determinar el
grado de aproximación de sucesos (accidentes o acontecimientos)
para así tomar precauciones (decisiones). En un Mapa Natal la
retrogradación de un cuerpo celeste aparece indicada por la
letra R al lado o debajo del astro retrógrado.
Comentario
Más
aspectos pueden ser generados según los múltiplos de cada
uno de ellos. Los que surgen de este modo reciben el nombre de aspectos
«menores». A esta clasificación pertenecen el
semisextil (mitad de un sextil: 30º), la semicuadratura (mitad de
una cuadratura: 45º), la sesquicuadratura (el triple de una
semicuadratura: 135º), el quincuncio (150º), el semiquintil
(mitad de un quintil: 36º), el quintil (72º), el biquintil
(el doble de un quintil: 144º), el sesquiquintil (el triple de un
semiquintil: 108º), el septil (51º) y el novil (40º). Al
ser múltiplos de aspectos «mayores», estamos
hablando de un mismo patrón energético con ligeras
diferencias de acepciones. Algo así como hablar de
sinónimos y antónimos entre aspectos armónicos e
inarmónicos, respectivamente. Expliqué aquí
solamente aquellos de los cuales se desprenden los demás, es
decir: los principales (generalmente conocidos como
«mayores»). Los aspectos «menores» son tanto
más sutiles e imperceptibles cuanto más lejanos se
encuentren del múltiplo originario. Por esto, el orbe permitido
para los aspectos «menores» es bastante restringido: de
hasta 1º o 2º solamente.
|
|
SOBRE EL AUTOR
*David
Bustamante nació en Bogotá, Colombia en 1986, pero
creció en San Juan, Puerto Rico (EE.UU.) donde se graduó
de bachiller del colegio bilingüe Robinson School y como
psicopedagogo de la Universidad Sagrado Corazón (pregrado). En
2010 comenzó sus estudios en Derecho en la Universidad Externado
de Colombia diplomándose en Derecho Constitucional y en Derecho
Penal y actualmente cursa una Maestría en Periodismo con la
Universidad del Rosario (en convenio con Publicaciones Semana) mientras
adelantó sus estudios en Lingüística con
Educación Continuada de la misma Universidad.
Bustamante ha escrito numerosas columnas de opinión y reportajes
de investigación para distintos medios, entre ellos, Las2Orillas
y Revista Semana y la Revista de la Universidad Externado de Colombia.
Además de sus estudios en ciencias sociales, a fines de 2012
comenzó sus estudios en astrología, no entendida
según el horóscopo del periódico (entre otras
formas de propaganda) sino como fuera originalmente traída a
Latinoamérica por el Dr. Adolfo Weiss (Alemania) en 1935.
Inspirado en el cientificismo del físico alemán, David
estudia la astrología desde entonces y hoy la defiende como una
disciplina astronómica. A propósito, estableció el
blog Astrología Racional.
Escribe columnas y ensayos explicando cómo funciona y
cuáles son los mitos y prejuicios que la sociedad capitalista ha
sembrado desnaturalizándola, “por lo que no culpo a
quienes la consideran una charlatanería, pues es así como
la ejerce la inmensa mayoría de astrólogos", sostiene.
Como maestros se tuvo a sí mismo –aferrado a las
enseñanzas de Weiss– y, para dominar el aspecto
matemático-astronómico, a Norberto M. García
(guionista y astrólogo argentino con quien creó amistad).
Actualmente es columnista de Las2Orillas, redactor en Semana.com y asesor astrológico. |
|
|
noviembre de 2015
Rev.
Dig. UNIVERSO
Nueva
Era
|
|
|
|
Pulse
aquí para volver a artículos |
|
|
Pulse
aquí para volver a portada |
|
|
|
|
|
|